Comerciantes, cada vez más conscientes del desperdicio de alimentos, se organizan para llevarles productos a los más necesitados.
“Son alimentos que son aptos para el consumo humano, van directamente de la mano de los comerciantes a nuestras manos. Tenemos un equipo de ocho personas haciendo la labor de salvarlos”, explica Josefina Nonato, coordinadora del centro de acopio.
Gracias a su labor, unas 330.000 personas vulnerables en Bogotá y sus municipios cercanos se ven beneficiadas.
En Colombia, se estima que anualmente se desperdician 9,7 millones de toneladas de alimentos.
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