Se trata de la vereda Andalucía, en Caldono, donde actualmente solo se respira paz y se cultivan sueños a través de la lectura y la educación.
En una de las calles que fue testigo de enfrentamientos entre guerrilla y fuerza pública, hoy se reescribe la historia de esta comunidad. Los habitantes se apropiaron tanto de la biblioteca pública móvil que llegó a la localidad, que ahora esta quedó instalada de forma permanente.
"Anteriormente por aquí escuchábamos era el ruido de las ametralladoras, el sonido de los helicópteros día y noche. Ahora ya, dos años de cese al fuego, se goza de tranquilidad", expresa Guillermo Chili, líder comunitario de Andalucía.
En la población es evidente la reconciliación, pues comparten este espacio con Nilson Guachetá, un excombatiente de las FARC, que, tras 15 años de guerra, cambió el fusil por una cámara y un micrófono.
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"Vine a capacitar a los muchachos en modulación de voz, en hacer un guion, hacer reportaría. Me gustan las cámaras, los micrófonos, ese ha sido mi sueño, y siempre fue, el ser presentador de noticias", dice Guachetá.
La llegada de la biblioteca pública a esta vereda cambió la vida de sus cerca de 1.200 habitantes. Estudiantes aseguran que gracias a esta que han tenido acceso a libros, computadores y tablets, para realizar sus trabajos del colegio sin tener que desplazarse al caso urbano.
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La idea del proyecto es que a través de la lectura, la educación y la cultura se pueda ayudar a transformar el imaginario de aquellas poblaciones que fueron víctimas de la guerra por tantos años.