Leonardo Rocha, el conductor que manejaba la camioneta que arolló a la niña Geraldine Guarnizo, de 6 años, en el sur de Bogotá, causándole la muerte, no estaba bajo los efectos del licor. Así lo confirmó la Fiscalía General de la Nación.
El siniestro, registrado la noche de Año Nuevo, desató indignación luego de que el conductor huyera del lugar y se presentara a las autoridades horas después de la tragedia, por lo que afloraron sospechas sobre si se encontraba al volante en estado de alicoramiento.
La defensa de Rocha ha comunicado que su cliente se allanará a los cargos de homicidio culposo y lesiones personales por el accidente. Según el abogado del conductor, el hombre huyó del lugar por miedo a ser linchado por los vecinos y testigos del incidente.
En los hechos, presentados en la localidad de Rafael Uribe Uribe, también resultó gravemente herida la madre de la menor, Dignoris Reinoso, quien la acompañaba en el momento del impacto.
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Leonardo Rocha ha pedido perdón a los familiares de la menor atropellada y ha asegurado ante la justicia que el accidente se debió a fallas mecánicas del vehículo que conducía.
Por su parte el padre de la víctima, Esteban Guarnizo ha cuestionado la veracidad de la defensa de Rocha. "Si esta persona hubiese estado bien no se habría volado y le habría prestado primeros auxilios a mi hija", aseguró el pariente de la fallecida menor.
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