El Valle del Cauca no es ajeno a que se reproduzca una tragedia como la de Salgar , en Antioquia, advirtió la CVC. La entidad ambiental señala que las condiciones climatológicas, la geología, las pendientes y la ocupación de las orillas de los ríos del departamento, dan para que se registre una emergencia de esa magnitud.
"Este evento sucede en ciertas cuencas por su geología y la pendiente del cauce, sin ignorar el conflicto por uso del suelo, en donde por la ocurrencia de una gran tormenta o lluvia y habiendo llovido con antelación a la misma, el suelo saturado se desprende súbitamente de las laderas en forma de múltiples deslizamientos que caen al cauce, contribuyendo a la formación de la creciente súbita y violenta", señaló Omar Chaves, ingeniero civil de la CVC.
Según el organismo, en el Valle existen múltiples, veredas, caseríos y cabeceras municipales ubicados en zonas del dominio u ocupación de las crecientes de los ríos y quebradas, que por sus limitaciones ante los eventos peligrosos potencialmente dañinos, no deben ocuparse.
"Este tipo de eventos no son el pan de cada día, por lo que las personas piensan que nunca les va a suceder. Basta recordar tres episodios ocurridos en el Valle en Bendiciones en el 2006, en el río Desbaratado en 1999 y la tragedia en Florida ocasionada por el río Fraile en 1994", indicó Rubén Darío Materón Muñoz, director general de la CVC.
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La ubicación de viviendas en las márgenes de los ríos y zonas de ladera inestables son elementos de conformación de condiciones de vulnerabilidad y riesgo. "Las obras civiles, tipo muros o similares no ofrecen verdadera defensa contra las avenidas torrenciales", explicó el ingeniero Chaves.
La CVC sostiene que en el departamento se conocen de muchos sitios de ocupaciones indebidas, por lo cual invita a las autoridades municipales a actualizar sus planes de ordenamiento territorial, restringiendo la construcción sobre las riberas de los ríos y realizando la reubicación de estructuras que estén en estas zonas de riesgo.
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La entidad destaca además que los ríos o quebradas tienen su propio comportamiento que los diferencia unos de otros. De ahí que hay ríos que presentan corrientes o avenidas de tipo torrenciales (muy peligros), otros con crecientes rápidas o lentas con los consecuentes desbordamientos o inundaciones, en donde el alcance de destrucción o afectación de una y otra, es diferente.
El Valle del Cauca se caracteriza por tener ríos cortos y de alta pendiente que descienden de las cordilleras. "Para el caso de crecientes súbitas tenemos alto riesgo con los asentamientos humanos ubicados sobre las cuencas de los ríos Desbaratado, Fraile, Guabas, Bolo, Nima, Tuluá, Sonso, Bugalagrande y Riofrío. Y para el caso de deslaves y movimientos en masa el sector de Loboguerrero, la vía Cabal Pombo y los municipios de Sevilla, Trujillo y el Dovio", afirmó Harold González, coordinador de la Red Hidroclimatológica de la CVC.
En el caso de Cali, el mayor riesgo se presenta en la zona rural. Con respecto a los ríos Cali y Pance, estos son propensos a crecientes rápidas, mientras que el Cauca genera inundaciones que se producen paulatinamente en periodos de tiempo más largos.