“Carraqueábamos del frío”, dijo uno de los afectados que pasó la noche a la intemperie tras la conflagración, que al parecer inicio porque una persona se encontraba quemando cobre.
Los damnificados informaron que han recibido colchonetas y kits de aseo por parte de autoridades, y vecinos les han brindado comida. Además, esperan que les colaboren con dinero para pagar al menos un mes de arriendo.
Las viviendas estaban construidas con madera y tejas de zinc.
Entre los afectados, la mayoría desplazados, hay 23 niños.
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