La Corte Constitucional determinó que si no hay consentimiento mutuo a la hora de contraer la unión, esta pierde efectos.
El fallo pretende atacar los vínculos nupciales que muchas personas fingen para lograr trámites de extranjería y pensión, entre otros.
Quienes recurren a esta artimaña “constituyen una defraudación”, dice Eduardo Durán, vicepresidente del Colegio de Notarios.
Según el fallo, un matrimonio válido es aquel que tiene como fin el vivir juntos, procrear y de auxiliarse mutuamente, y no convertirlo en un negocio.
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