Reflexionando sobre los errores y la falta de reconciliación en el país, Betancur hizo una reflexión, a Colombia en Contexto , que no había hecho pública en casi treinta años, cuando su ilusión de paz se desplomó de un tajo con la toma del M-19 al Palacio de Justicia y los dramáticos hechos que le sucedieron.
"Cuando llegué al Gobierno tenía la tesis, como sociólogo, de que los movimientos subversivos en América Latina no se producen por generación espontánea. ¿Por qué estos estudiantes de tales y cuales universidades se van al monte? ¿Por tontos? No, no lo hacen por tontos. Lo hacen, pensaba yo, porque en cualquier momento perciben que se bloquearon sus esquemas mentales, que ya no les sirve la piedra, que les sirve el disparo que es más detonante. Pensaba yo que en todo movimiento subversivo en América Latina hay factores positivos, subjetivos, y factores objetivos, impersonales. Por ejemplo: la dependencia externa, la falta de infraestructura social, los alcantarillados, etc. Y me puse a corregir todas esas motivaciones. Y en esas andaba cuando se presentaron situaciones inmanejables, o que manejé mal. Si las manejé mal, les pido perdón a mis compatriotas por haberlas manejado mal. Punto", aseguró.
Consciente quizá de que, para bien y para mal, su Gobierno jugó un papel decisivo en la historia de Colombia, el tema de la paz se convirtió en el hilo conductor de sus recuerdos.
"Teníamos ya varios años de guerrillas y el tratamiento que se estaba dando a esas guerrillas era militar. Yo llegué al Gobierno con el pensamiento de que ese tratamiento podía ser explicable y hasta justificable, pero era incorrecto, pensaba yo. Porque me parecía más constructivo el diálogo, el poder de la palabra, de la palabra que viene de los siglos, y entonces opté por conversar en vez de seguir disparando", dijo el expresidente, quien dirigió los destinos de Colombia desde 1982 a 1986.
Publicidad
Agregó que está convencido que el actual proceso de paz con la guerrilla de las FARC, que se desarrolla en La Habana, tiene todo para dar frutos.
"Yo estoy inmerso en las conversaciones de La Habana de una u otra manera. No me ponga a hacerle confidencias, pero estoy muy metido, estoy consustanciado y no me asustan las exasperaciones. No me asustan. Ni las de La Habana, ni las del respetable público, que en política es el que otorga y el que niega las medallas. Pero yo me hago muchas ilusiones porque percibo que tienen fatiga de guerra, que tienen deseos de paz", puntualizó.
Publicidad
El exmandatario aseguró que en la Colombia actual, a pesar de la polarización, las circunstancias políticas han cambiado positivamente.
"Ahora hay la conciencia que no había en mis tiempos, y como no la había se fueron acortando los espacios. Y hubo un momento en que yo estaba casi solo. Me había abandonado el grupo político o los grupos políticos que me eligieron: el conservador, parte importante del Partido Liberal, la izquierda. Me habían abandonado, quizás por mis errores. Pienso que un tanto por los errores de ellos, que ya he olvidado".