Testigos del homicidio dieron pistas a la Policía sobre el paradero de los criminales, hallados en un edificio del centro de Bogotá.
Los capturados, según algunas versiones, sembraban el terror en el barrio Santa Fe, en la localidad de Los Mártires.
Al parecer fueron contratados para cometer el crimen, en medio de un ajuste de cuentas por el tema de microtráfico.