En la carta de dimisión, conocida por Noticias Caracol, la funcionaria sostiene que “las rabietas y el mal carácter han alejado a Otálora del cumplimiento de la misión constitucional que lo obliga a comportarse como el principal garante del respeto de los Derechos Humanos”.
La renuncia de quien se supone era la mano derecha del defensor agrava una crisis institucional atribuida por influyentes columnistas de prensa como Daniel Coronel a presuntos desafueros cometidos por Otálora por su mal carácter.
Consultado por este medio, el defensor del pueblo se limitó a decir que lamenta el retiro de quien fuera su coequipera durante dos años y medio y que se somete a una investigación anunciada por el Ministerio de Trabajo que debe determinar si en realidad en la Defensoría del Pueblo reina un mal ambiente laboral o si se trata solo de duras exigencias laborales que han sido indebidamente interpretadas como matoneo.