Cada vez es más difícil la situación de los indígenas de la comunidad Zenú y Emberá, en el Bajo Cauca antioqueño, quienes deben afrontar toda clase de restricciones por parte de los grupos ilegales que operan en la zona.
Así lo denunció Aida Suárez, presidenta de la Sociedad de Indígenas de esta región. Ella asegura, que una comunidad indígena en el municipio de El Bagre fue minada, al parecer, por el ELN, con el fin de coartar su movilidad.
Agrega que, incluso, hay grupos que los han obligado a unirse a paros mineros, cuando los indígenas no tienen tradición en este oficio.
“Mientras en El Bagre hay confinamiento de tres comunidades por falta de territorio y un toque de queda, en Zaragoza tenemos restricción en la movilidad y en Tarazá hay presencia de grupos armados que nos tienen intimidados”, aseguró la líder que espera que el Estado haga más presencia en la zona.
La vulnerabilidad en la que se encuentran al menos 44 comunidades, en cuatro municipios del Bajo Cauca, es crítica y esto se traduce en marginamiento.
"Somos al menos nueve mil personas que estamos en el blanco de los grupos al margen de la ley, cada uno con intereses muy particulares”, puntualizó Suárez.
Esta situación no parece mejorar a pesar de que hace solo una semana, el mayor del Ejército, Martín Sosa, comandante del Gaula del Bajo Cauca, anunció en la zona un grupo élite para combatir la subversión.
Por su parte, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo que para este mes llegarán 400 soldados campesinos para reforzar el control territorial.
En la región hace presencia grupos guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional, y reductos de los frentes cuarto, 18 y 36 de las Farc.
Updated: marzo 18, 2015 02:55 p. m.