Según informó Corantioquia, los animales se encontraron en muy mal estado físico y comportamental, como consecuencia de las condiciones en las que eran tenidos.
Un operativo de control realizado por la Unidad Básica de Investigación Criminal de la Policía Metropolitana con acompañamiento de Corantioquia, la Universidad CES y el Área Metropolitana, en el que fueron recuperadas ocho guacamayas y una lora frentiamarilla, divide opiniones.
La corporación informó que los animales hallados en una finca, en zona rural de Caldas, Antioquia, se encontraron en muy mal estado físico y comportamental, debido a las malas condiciones en las que eran tenidos.
“El operativo se dio luego de un exhaustivo seguimiento realizado por la Unidad Básica de Investigación Criminal de la Policía. En la vereda El Cardal del municipio de Caldas fueron recuperadas cuatro guacamayas gonzalas, cuatro guacamayas bandera y una lora frentiamarilla que se encontraron en una finca y eran usadas como atractivo turístico”, indicó Corantioquia en un comunicado.
Sobre el estado de los animales silvestres, según la corporación estos permanecían en cautiverio “pese a no estar dentro de una jaula”.
En operativo de control fueron recuperadas 8 guacamayas y 1 lora frentiamarilla, que eran tenidas ilegalmente, sometidas a maltrato y usadas como atractivo turístico en zona rural de Caldas. @PoliciaMedellin @Areametropol @UniversidadCES
— Corantioquia (@Corantioquia) August 9, 2019
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Sin embargo, en redes sociales varias personas que llegaron a visitar el lugar donde se encontraban las aves, cuestionaron el operativo:
“Los que conocimos las guacamayas sabemos en el ambiente en el que vivían, por otro lado, nunca llegue a ver una de estas aves maltratadas ni mucho menos enjaulada”, comentó Andrés David Hernández.
No obstante, para otros ciudadanos la intervención de las autoridades era necesaria: “muchas personas las visitaban y no entendían el verdadero daño que les estaban haciendo. Las veía volar “libres” y pensaban que todo estaba bien”, escribió Carolina Isaza Rúa.
Por su parte, Corantioquia añadió que según el examen médico que se les practicó, “sus alas tenían las plumas pegadas con micropore, e incluso una de las guacamayas las tenía cortadas, con lo cual se evitaba que volaran libremente”.
Además, según la corporación una guacamaya bandera presentaba parte de un ala amputada y la lora frentiamarilla tenía un hematoma en una de sus alas.
Otros hallazgos dieron cuenta de que las aves presentan desnutrición y obesidad, generadas por una mala alimentación, así como comportamientos ajenos a su especie en estado natural, “pues fueron amansadas al punto de que se posan en las manos y hombros de los visitantes”.
También se encontró deformidad ósea y alteración de la estructura del pico y un cuadro grave de estrés en una de las aves.
Corantioquia recordó que el maltrato y la tenencia ilegal de las aves implica que estas tengan pocas probabilidades de reproducción; además se afecta el mantenimiento de poblaciones en estado silvestre en su distribución natural.