Las campañas contra el uso de la pólvora que han adelantado las autoridades de salud del departamento parecen no funcionar. “Es un problema de cultura”, dicen.
La cifra de afectados por pólvora en el Valle del Cauca sigue aumentando y ya son 38 casos los registrados en el departamento entre el 1 de diciembre de 2019 y la mañana del 21 de este mismo mes.
“Lo que hay es un desconocimiento o una negación al riesgo que tiene la pólvora. A la gente le gusta jugar con pólvora, cuando tienen licor, se sienten más guapos, los hacen y se queman. Es un problema de cultura”, dijo María Cristina Lesmes, secretaría de Salud del Valle del Cauca.
Cali encabeza la lista con 17 casos, seguido por los municipios de Palmira y Tuluá con cuatro. En este último y Vijes se registraron los dos más recientes.
“Son quemaduras que afectan la piel de la mano, que es muy sensible y que puede producir lesiones de por vida”, aseguró Lesmes.
Elementos como los llamados totes, cohetes, voladores y volcanes, por parecer de fácil manipulación, son los que más lesiones han generado. Ocho de las personas afectadas en el Valle del Cauca son menores de edad.
“Que tengan responsabilidad, porque un niño en su inocencia le va a causar atracción ver todas esas lucecitas y él lo va hacer”, afirma el ciudadano Fernando Asís.
Nancy Murcia, otra habitante de Cali, considera que las afectaciones en menores es por “irresponsabilidad de los adultos que están a cargo” de ellos. “Pienso que ya deben de tener conciencia y darse cuenta que eso no lleva nada bueno”, anota.
Según el Instituto Nacional de Salud, el Valle del Cauca sigue ocupando el primer lugar en número de quemados con pólvora durante esta temporada de fin de año en Colombia.
A pesar del gran número de afectados con pólvora en el departamento durante este mes, la cifra no supera a la de la misma fecha del año pasado, donde se registraron 42 casos.
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