El cantante, que se niega a pagarles la suma 60 mil dólares, puso el caso en manos de las autoridades.
Las amenazas comenzaron en la madrugada del pasado 7 de agosto, cuando Bosé recibió varios emails y mensajes de WhatsApp de hackers que robaron fotos de su celular.
Le advirtieron que si no les paga venderán las imágenes a una revista.