Los perros han sido la fiel compañía del ser humano durante miles de años. Es así como un estudio publicado en la revista Current Biology dio a conocer que esta estrecha relación se remonta a unos 27.000 o 40.000 años atrás. Esta larga historia ha forjado un vínculo único que va más allá de lo meramente funcional, convirtiéndolos en seres sintientes capaces de experimentar emociones como la tristeza, la alegría e incluso el estrés.
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Dada la conexión, ha surgido una teoría popular que sugiere que existe un parecido físico entre los perros y sus dueños. Diversos estudios científicos han analizado esta afirmación, buscando determinar si hay algo más que una simple coincidencia.
¿Los perros se parecen a sus dueños?
Según un estudio publicado en la revista Psychological Science de la Sociedad Psicológica Estadounidense, titulado ¿Do Dogs Resemble Their Owners?, arrojó resultados sorprendentes. La investigación dirigida por Nicholas Chriestenfeld y Michael Roy involucró a 45 perros de raza y a sus respectivos dueños.
Las conclusiones del análisis sugieren que, en efecto, las personas tienden a elegir mascotas que, en cierto grado, se asemejen a ellos. Además, la elección de una raza pura aumenta las probabilidades de encontrar un perro con características similares a las del dueño.
Así mismo, Michael Roy, psicólogo de la Universidad de California en San Diego, fue uno de los pioneros en explorar esta idea. En su investigación, Roy fotografió perros y dueños por separado en parques para perros y luego pidió a un grupo de participantes que los emparejarán, obteniendo un alto porcentaje de aciertos.
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Los investigadores sostienen que el parecido entre perros y dueños no se limita únicamente al aspecto físico, sino que también se extiende al comportamiento. Dos factores podrían explicar esto:
- Selección: al elegir una mascota, las personas suelen considerar su estilo de vida, incluyendo aspectos como el tamaño, la raza y el pelaje del perro.
- Socialización: la vida social del dueño también influye en la mascota. Un perro con un dueño extrovertido estará expuesto a más personas y será más sociable, mientras que un perro con un dueño introvertido podría volverse más nervioso o desconfiado con los extraños.
El investigador Chriestenfeld también destaca que los perros criados desde cachorros suelen ser más parecidos a sus dueños y adquieren algunos de sus hábitos, como las horas de sueño, alimentación y recreación.
Patricia Lösche, psicóloga animal alemana, agrega que "35.000 años de domesticación han creado una afinidad especial entre perros y humanos. Los perros observan intensamente su entorno y buscan cambios. Desean sentirse seguros y parte de un sistema, por lo que deben velar por mantener su espacio en él".
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