Aunque el documento no es difícil de elaborar, debe cumplir unos formalismos para evitar tropiezos en el negocio.
La promesa de compraventa se usa para la transacción de un carro, apartamento, lote y demás bienes cuando el negocio se acuerda en una fecha, pero se requiere cierto plazo para que sea finiquitado.
El objetivo de este documento es dar compromiso y seriedad a las partes para definir las condiciones del trato.
En el texto se deben estipular:
- Objeto del negocio
- Identidad plena del comprador y del vendedor
- Precio, condiciones y plazos de pago
- Fecha, hora y notaría donde se va a protocolizar la escritura o traspaso definitivo del bien
Ya que “sin esos elementos, la promesa de compraventa es nula. No genera efectos en el mundo del derecho”, explicó Elkin Horacio Jurado Beltrán, profesor de Derecho Comercial de la Universidad Libre.
Además, el transado debe estar plenamente identificado. Es decir, si es un carro, debe especificar modelo, placa, numero de motor, tarjeta de operación y demás detalles. En el caso de un inmueble, se debe aportar dirección completa y exacta, área, linderos, cédula catastral, folio de matrícula inmobiliaria, entre otros.
Si se llega a presentar que el inmueble tenga una hipoteca, también se debe dejar claro quién hará el pago.
El documento debe señalar las condiciones en que se hará la entrega, posesión y protocolización de la propiedad en cabeza del nuevo dueño. Asimismo, se acostumbra a definir el pago anticipado de una parte del dinero, además del pago de una clausula penal, que según Jurado “es multa por incumplir contrato”.
En estricto rigor, no es indispensable registrar la promesa de compraventa en una notaría, aunque puede ser aconsejable cuando vendedor y comprador no se conocen.
Finalmente, hay que tener presente que la promesa de compraventa nunca sustituye la escritura final.