
La madrugada del 6 de enero de 2025, en plena celebración de los carnavales de Ocaña, Norte de Santander, un accidente de tránsito cobró la vida de Camilo Andrés Carrillo, un joven diseñador gráfico de 27 años. Lo que inicialmente fue reportado como un siniestro vial causado por el exceso de velocidad y el consumo de alcohol, pronto se convirtió en el centro de una controversia judicial y mediática. La familia de la víctima está convencida de que no se trató de un accidente e inició su propia investigación pues señalan que a Camilo le quitó la vida alguien a quien consideraba su amigo. Séptimo Díaconoció el caso.
Camilo Carrillo trabajaba en el equipo del congresista Óscar Villamizar. Fue en ese entorno donde conoció a Nicolás Mauricio Gutiérrez Rondón, joven político que en 2023 fue candidato al Concejo de Bucaramanga por el partido Centro Democrático. La relación entre ambos se fortaleció con el tiempo, al punto que Camilo no dudó en hospedar en casa de sus abuelos a Nicolás, quien viajaba para los carnavales en Ocaña.
Nicolás llegó acompañado de Jorge Steven Guzmán, estudiante de derecho y compañero suyo de la Universidad Santo Tomás. Aunque Camilo no conocía a Jorge, accedió a recibirlo también. Los tres jóvenes se movilizaban en una camioneta BMW, propiedad del padre de Jorge.
La noche del trágico accidente
El 5 de enero, los tres amigos salieron a un bar y luego continuaron la celebración en la calle. Pasada la medianoche, la camioneta BMW se estrelló contra un taxi y atropelló a un peatón. Inicialmente se dijo que la víctima era un vendedor de espuma, pero horas después se confirmó que se trataba de Camilo Carrillo.
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El padrastro de Camilo relató que, al enterarse del accidente, llamó a la madre de Nicolás para informarle. Su respuesta lo desconcertó: “tranquilo que yo ya estoy haciendo la gestión con la Defensoría del Pueblo, yo ya tengo allá eso moviéndose”. En ese momento, aún no sabían que la víctima era Camilo.
Las dudas que encendieron la alarma
Desde el primer momento, la familia de Camilo sospechó que algo no cuadraba. Las versiones eran contradictorias. Las autoridades señalaban a Nicolás como el conductor, pero él lo negaba. Afirmaba que quien manejaba era otro joven que conoció esa noche. La familia decidió recopilar pruebas por su cuenta.
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Una testigo clave aseguró: “cuando yo veo la camioneta venía en una línea recta y él se desvía y es cuando los atropella”.

Las pruebas que cambiaron la hipótesis del caso
El secretario de Tránsito de Ocaña, Enrique Armando Noguera, señaló que los agentes de tránsito informaron que Nicolás era el conductor y que la prueba de alcoholemia arrojó tercer grado de embriaguez y fue detenido en el lugar. Sin embargo, Nicolás insistió en que no conducía.
Un video de una cámara de seguridad mostró a Nicolás bajándose del puesto del conductor tras el accidente. Otro clip reveló una discusión entre Nicolás y Jorge apenas 20 minutos antes del siniestro. Según una testigo, “Jorge quería seguir peleando con Nicolás, pero Camilo no lo dejaba y al fin como que lo tranquilizó (…) arrancan y se abrazan y empiezan a caminar”.
De acuerdo con el registro de llamadas de la víctima, segundos antes del accidente, Camilo habló con Nicolás y le envió su ubicación por WhatsApp.
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“El conductor de la camioneta venía en un alto grado de excitación por ebriedad, tercer grado exactamente. El haberse comunicado con Camilo Carrillo, mandarle su ubicación, nos permite pensar que cuando la camioneta arranca y arranca en esa velocidad, sí había una intención de dañar la vida”, indicó la abogada de la familia de la víctima.

La acusación formal de la Fiscalía
Con todos estos elementos: videos, testimonios, registros de llamadas, el croquis del accidente y la declaración del taxista herido, la Fiscalía de Ocaña formuló cargos contra Nicolás Gutiérrez el 8 de enero de 2025. El delito: homicidio agravado, con una pena que podría oscilar entre 33 y 50 años de prisión. “Se presentó una agresión premeditada”, afirmó el ente acusador.
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Para la Fiscalía, la muerte de Camilo no fue un accidente, sino un homicidio con dolo, es decir, con intención. La defensa de Nicolás, por su parte, insiste en que fue un accidente y que no hay pruebas concluyentes de que él iba conduciendo.
Actualmente, Nicolás Gutiérrez se encuentra recluido en la cárcel La Modelo de Bucaramanga mientras avanza el proceso judicial. Sin embargo, la familia de Camilo teme que el caso quede sin decisiones de fondo.
El proceso judicial continúa. Mientras tanto, en Ocaña, la familia de Camilo recuerda al joven talentoso, generoso y lleno de sueños, cuya vida terminó tras una noche de celebración durante los carnavales.