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  • Gol Caracol

    Se acabó la mofa ridícula. La palabra campeón se gritó en Bogotá en las gargantas de los hinchas del rojazo, ante la mirada atónita de su vecino azul, ahora más que nunca sediento de gloria.

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    Sufrimiento. Todo en Santa Fe parece masoquismo. Nada es fácil, pero por eso mismo la recompensa es más gratificante. Afición. Los hinchas vivieron una fiesta inolvidable en la final. Hubo llanto y desahogo. Ojalá el título renueve a los seguidores santafereños. Nivel. La séptima conquista cardenal se logró a la medida del torneo colombiano. Más allá de los nervios del partido y la tensión propia de la cita, el juego fue de un discreto nivel, sobre todo en el segundo tiempo. Técnico. Wilson Gutiérrez ganó a pulso su propio enfrentamiento. Aguantó la tormenta cuando muchos ya lo veían ahogado y con humildad cumplió el objetivo. Hijo de la casa, merece mil aplausos. Antídoto. La continuidad del entrenador, respaldada por el presidente César Pastrana, puede ser el gran quid del título de Santa Fe. A partir de la confianza y el respaldo al cuerpo técnico, se afianzó la unión del grupo y eso, tal como lo reconocieron los jugadores, fue fundamental para conseguir la estrella. Fe. Eso es el primer campeón colombiano. Ejemplo. El cuadro cardenal deja como lecciones que es bueno apostar a la casa, evitar el afán y trabajar con decisión. En el camino quedaron atrás jugadores como Preciado, Galván, Agustín Julio, técnicos de todo tipo y sólo ahora se disfruta el título. Aprendidos los errores, no pasarán otros 37 años sin una nueva celebración cardenal. Compromiso. Los futbolistas deben aprender que además de trabajar por dinero juegan por el sentimiento ajeno. Santa Fe ganó y siempre estuvo pendiente de hacerle un reconocimiento a la afición. De eso se trata. Ambición. Después de la gesta local hay que pensar en un título internacional. La séptima estrella ya es hecho del pasado. Maltrato. Es entendible que los directivos de Santa Fe subieran los precios de la boletería para la final, pero no en tan exageradas proporciones. Al buen hincha hay que consentirlo, no castigarlo. Puntos. 47 puntos de 78 posibles logró Santa Fe en esta campaña. Perdió tres partidos de los 26 que disputó. Fue el equipo más goleador (41) y el de mejor diferencia de gol (+15). Eso sí, Tolima fue segundo en la tabla de reclasificación con un punto menos que Santa Fe y con dos partidos menos jugados. Nuestro campeonato no alaba la justicia. El Campín. El estadio bogotano fue el fortín santafereño en este torneo. No se contaron derrotas en casa y en la final las tribunas lucieron espectaculares. Ómar Pérez. “Los ídolos infunden respeto, admiración, cariño y, por supuesto, grandes envidias”, dijo alguna vez Gabriel García Márquez. El argentino puede ser fácilmente uno de ellos, a pesar de que en la final jugó mal. El reconocimiento también llega para Camilo Vargas (seguridad en el arco durante todo el torneo), Gerardo Bedoya (ímpetu en la media cancha) y Diego Aroldo Cabrera (desequilibrante en los cuadrangulares). Necesidad. Así se veía la séptima estrella para Santa Fe, como una verdadera necesidad. Es tiempo de celebrar y sacar de las entrañas el grito de campeón. Bien dice el adagio que hay que aprovechar al máximo los momentos, antes de que se conviertan en recuerdos. Video celebración en las tribunas tras el pitazo final [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=DFb71meTCec&feature=youtube_gdata_player[/youtube] En Twitter: @javieraborda

  • Gol Caracol

    Llegó al país y ganó dinero a cambio de lecciones. Jorge Valdano, campeón del mundo como jugador y orador, estuvo en un foro organizado por El Espectador para exponer fórmulas deportivas exitosas que pueden ser efectivas en otros ámbitos. En su deber, habló de once poderes que si los buscamos en la Selección Colombia nos dejan más bien sin fuerza. Valdano empezó con el título de “La Credibilidad”. Y algunos jugadores la tienen, desde luego. Tal vez Yepes, tal vez Ospina prioritariamente. Pero la Selección hoy en día despierta poca credibilidad en general, más allá de que su técnico se reconozca como un líder capacitado. Hace años, más de una década para ser justos, se han cambiado entrenadores y jugadores sin aciertos y, actualmente, no hay seguridad de nada, ni siquiera de que podemos ganarles a Ecuador, Perú y Venezuela como antes. El argentino nombró después un poder que no sabemos cómo aprender o al menos copiar: “La pasión, hacer cosas con el alma”. Con eso en nuestras venas seríamos mucho mejores. Infortunadamente, el amor por la camiseta en la cancha se cambió por la fidelidad al dinero fuera de ella. Perder no duele, no se siente, se vive como algo natural cuando debería ser irreconciliable. Pero no todo es malo. “La esperanza” nos sobra, ese poder sí lo tenemos. Somos crédulos a morir y expertos en cultivar ilusiones. Soñamos con ganar la lotería y con clasificar al Mundial contando las mismas posibilidades de suceso. La esperanza en ocasiones le gana al trabajo. El cuarto poder que mencionó Valdano no fue la prensa sino “El estilo”, que ya todos sabemos no es el toque-toque de los años noventa y ahora es una gran incógnita. Nadie nos dice nada y no sabemos a qué queremos jugar. Es más, no jugamos a nada en las dos últimas presentaciones en la Eliminatoria. El quinto poder es “La palabra” y eso para nosotros es imperceptible, nos es ajena. Pékerman no habla, los directivos secundan su respetable silencio y en el caso de los jugadores siempre dicen lo mismo. "La complicidad de que el jefe nos hable motiva", aseguró Valdano. Nuestra motivación va y viene con cualquier resultado. Así vamos, no muy bien, digo yo. “La curiosidad”, el siguiente poder, tampoco es nuestra mejor característica, al contrario, nos hemos acostumbrado a lo que somos. "El mundo cambia todo el tiempo, los líderes deben actualizarse. La curiosidad nos hace mejores", agregó Valdano con absoluto acierto. "Marcelo Bielsa es una máquina de hacer preguntas, eso le ayuda a encontrar soluciones originales", agregó el expositor. A nosotros nos faltan respuestas. Y no es por ser pesimistas porque hay otros poderes que están latentes en el fútbol colombiano. “Los ritos”, es decir la identidad, el himno y la bandera, permanecen y “El talento” existe. Falcao por ejemplo es un crack, a pesar de que se esconda cuando más lo necesitamos. Del noveno poder, “El vestuario”, me abstengo de opinar porque es íntimo de los equipos. Así debe ser. Y para terminar aparecen como poderes “La humildad” y “El éxito”. Humildes somos, pero con aires de grandeza, lo cual no es un defecto sino una válida ambición. ¿Y el éxito? Todos esperamos que llegue, algún día… En Twitter: @javieraborda

  • Gol Caracol

    Se llamaba Juan Fernando Rodríguez, tenía 26 años, era hincha de Nacional y lo degollaron con 15 puñaladas el sábado pasado en un hostal cercano al Rimac, Perú, en un caso en el que las autoridades peruanas detuvieron a una pareja colombiana y aún no aclaran la razón del asesinato. Juan Fernando vivía en Kennedy, al sur de Bogotá, y pertenecía a Nación Verdolaga, la escisión en Bogotá y otras ciudades del interior del país de Los del Sur, otrora la barra brava más organizada del país, que por luchas internas por poder y regionalismo ahora tiene una serie de células que se enfrentan unas con otras. Él, como otros integrantes de Nación Vardolaga, Los del Sur y otras barras del verde, viajó hasta Buenos Aires hace unos meses para ver jugar a su Atlético Nacional frente a Vélez Sarsfield y decidió quedarse conociendo el sur del continente, una posibilidad que sólo pudo tener por estar precisamente en una barra. De regreso a Colombia pasó por Lima y ahí, en un hostal, fue asesinado vilmente. Hoy su abuelo, su único familiar, no sabe cómo hacer para traer su cadáver desde Lima pues no tiene el dinero para hacerlo, y la barra a la que le dedicó casi toda su vida hace colectas para ayudarle mientras espera que se solucione un caso del que no se obtendrá mayor justicia. ************** Tiene 24 años y su nombre no se los puedo decir por su solicitud. Es un integrante de Rexixtenxia Norte, la barra brava del Medellín y, como casi todos los hinchas del Poderoso, está aburrido de lo que pasa con su equipo que el próximo año cumple 100 de fundado y hoy se encuentra con el fantasma del descenso a cuestas. Recuerda con algo de frialdad a los tres "compañeros" que murieron por ir en un camión hacia Neiva acompañando al equipo en febrero pasado y dice que ellos, como otros más cercanos que murieron en enfrentamientos con otras barras, "alientan desde el cielo". Me recrimina porque los periodistas sólo le paramos bolas a los muertos de la barra cuando hay accidentes como el del camión, y pienso en el caso de Juan Fernando. Trato de generar una confianza que no me da, pero le suelto unos datos oscuros que me han contado sobre el manejo dirigencial en el Medellín. Me da su versión (todos tienen una), abre la puerta a la conversación y le pregunto por qué si hubo un movimiento de hinchas exigiendo la salida del expresidente Osorio Ciro y la democratización del club (los de #DIMdelPueblo y Te quiero rojo), la Rexixtenxia nunca tuvo una voz clara al respecto. Calla... Seguimos hablando de los muertos de la barra, los que "alientan desde el cielo", me cuenta un par de historias lúgubres de violencia en los barrios periféricos de Medellín y de pronto me suelta una bomba: "El Mono tiene amenazados a los capos". Le pregunto quién es ese "Mono" y me dice que es una ficha de Douglas... Alias 'Douglas', más conocido como José Leonardo Muñoz, fue capturado el 15 de abril de 2009. Era uno de los jefes de la "Oficina de Envigado", una de las organizaciones criminales más temibles del país, y esta es la hora en que su vinculación con el DIM sigue siendo un misterio pues no aparece en un solo papel. Sin embargo, acá lo puede ver en un video en el palco del estadio de Tunja viendo un Boyacá Chicó vs. Medellín del 2009 y, según el barrista con el que hablé, sus secuaces tienen amenazados a los líderes de la Rexixtenxia para que nunca se revelen contra la institucionalidad del Poderoso. Por cierto, el DIM, que la semana pasada estaba en quiebra mientras su nuevo presidente anunciaba deudas por $18.000 millones, esta semana lleva ya cuatro refuerzos importantes. El equipo no fue vendido, pero la gestión de Julio Roberto Gómez parece que traerá nuevos patrocinadores. El caso es que, a pesar de las deudas y la crisis, de nuevo hay plata... al barra de la Rexixtenxia que me habla poco le importa el origen de los dineros: "nosotros alentamos en las buenas o en las malas", me dice. Parece que las amenazas de un narcoparamilitar son lo de menos cuando te traen jugadores. ************** Seguramente el video ya lo vio. Un grupo de hinchas de Santa Fe iba en sus buses rumbo a Itagüí para ver el juego frente a las 'Águilas doradas', y en el retén de Guarne pasaron cosas extrañas: la Policía se metió a los buses cuando los acuerdos entre barras y la "autoridad" hablan de que para las requisas se tienen que bajar los viajeros y ahí sí los agentes pueden entrar al vehículo. "La ley" fue agresiva con hombres y mujeres como se ve en el clip de abajo y luego, para rematar, antes de entrar al estadio le destruyó tambores, bombos y banderas a unos hinchas a los que no se les encontró nada. "¿Cómo quieren evitar la violencia con violencia?", me escribió en Twitter una seguidora cardenal... y algo tiene de razón. Acá va el video: [ooyala code="w2MXI5NToAvw0BtaKw0GcyzXUj51DHHv"] ************** Tres historias de tres barras diferentes pero con un denominador común: violencia y desinterés general. Claro, no son peritas en dulce, suelen ser generadores de violencia y controlarlos fuera del estadio es prácticamente imposible, pero cuando uno se toma el tiempo de hablar o de mirar lo que pasa en una barra brava se encuentra con verdades tan crudas como el "yo nunca tuve papá, mi papá es la barra", que me dijo un integrante de Comandos no hace mucho en un taller de literatura y fútbol organizado por Idartes en Bogotá. Son jóvenes, la mayoría son muy pobres, con poca educación y se saben tan poco importantes para la sociedad colombiana (que sólo los ve cuando generan malas noticias), que asumen constantes posiciones de absoluto menosprecio por la vida. A fin de cuentas, ellos saben que a para la gran mayoría de nosotros el lema parece ser que a los barras se los lleve el diablo y no puede ser así: el problema es de todos, de las autoridades locales, de los clubes que los tienen como respaldo, de los medios que los satanizamos y del entorno mismo en el que un joven de 15 años el único respaldo que encuentra en la vida es unirse a un grupo para odiar a otro. No tengo respuestas ni soluciones para el cambio, pero algo hay que hacer. Lo primero, creo, es plantearlo. Mi cuenta en Twitter es @PinoCalad

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    Jugador, técnico y director de la institución, el argentino tiene en su hoja de vida el haberle arrebatado dos títulos al merengue para dárselos al Barcelona dirigiendo al Tenerife. Esta es la historia. Si a Jorge Valdano puede endilgársele algo es su amor por el Real Madrid. Por la casa blanca mostró en su etapa como jugador números de goleador. En su primera temporada (1984) se apuntó 17 goles y en total, durante cuatro años, hizo 40 en 85 partidos, que sirvieron para levantar 2 ligas, una copa de la liga y dos Copas de la UEFA.

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    "Si le das más poder al poder, más duro te van a venir a joder"... Cuando era adolescente era feliz cantando esta estrofa de una canción de la banda mexicana Molotov; me sentía rudo, rebelde, grande. Hoy la frase tiene más sentido que nunca y la digo con la amargura del que sabe que es cierta y cruda: en Colombia el poder es sinónimo de joder a los demás. Se ve en la política, se ve en el fútbol, se ve a diario. El pasado viernes el país amaneció asombrado porque sus congresistas, los mismos que estúpida y masivamente elegimos en el 2010 para que redacten las leyes que nos favorezcan a todos y sean justas, habían aprobado la noche del miércoles anterior la conciliación a la reforma a la justicia. En ella, por obra y gracia de ese mandato en el que el poder sirve para joder a los demás y favorecerse a sí mismo, nuestros Honorables Parlamentarios (a quienes me voy a referir de ahora en adelante como los HP) aprobaron que son intocables ante la justicia. Por si usted no ha entendido cuál es el lío con esto de la reforma y por qué hay un montón de gente (entra la que me incluyo) clamando a gritos una contrareforma, le dejo estas perlas: - Los congresistas aprobaron que se acabe la Comisión de Investigación de la Corte Suprema, que ha sido la que ha investigado los múltiples nexos de muchos HP con paramilitares. Con eso, quedarían en el limbo investigaciones fundamentales a los mas altos funcionarios del gobierno Uribe como el de las chuzadas del DAS, Agro Ingreso Seguro y la Yidispolítica. - Sin que se leyera, como vergonzozamente lo aceptó el presidente de la Cámara de Representantes Simón Gaviria (al que para empezar con la sana costumbre de la lectura le recomiendo estos libros sobre fútbol), se aprobó un documento en el que la Fiscalia ya no investigará a joyas como Bernardo Moreno, María del Pilar Hurtado, Andrés Felipe Arias o los próximos exfuncionarios señalados, que saldrían beneficiados con la medida. - Los HP eliminaron la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, con lo que se acaba la gerencia de la justicia en Colombia, lo que abre las puertas a mayor corrupción y prebendas de fallos por puestos. - Y la mejor de todas que ejemplifica aquello de que el poder es para joder: los HP eliminaron la violación al régimen de inhabilidades de los congresistas como causal para la pérdida de investidura, lo que en buen cristiano quiere decir que pueden hacer lo que se les da la gana (como Merlano con la prueba de alcoholemia o Corzo con su gasolina) sin que se les pueda castigar. Lo más patético es que mientras el presidente Santos tuvo que intervenir y objetar la reforma, y Juan Carlos Esguerra tuvo que renunciar a su cargo como Ministro de Justicia, los HP siguen tan campantes y tan tranquilos, como si nada hubiese pasado... Y claro, es que nada ha pasado porque acá nunca le pasa nada a quien tiene poder para joder; otros pagan por ellos. No hablemos del ejemplo del HP Eduardo Merlano, que llevó a que dos oficiales de la Policía vean complicada su carrera porque él no quiso hacer una prueba de alcoholemia cuando manejaba con tragos y sin pase, hablemos de otros personajes de poder que no responden por sus actos, de unos mucho más cercanos para los futboleros... Alvaro González Alzate, presidente de la Difútbol y vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, en los últimos 12 meses no ha hecho otra cosa que demostrar con frases que no merece el puesto que tiene: dijo que el país celebraría que agredieran físicamente a Piedad Córdoba, señaló públicamente a los homosexuales de ser los peores enfermos y, menos importante tal vez pero también ofensivo y absurdo para alguien en su cargo, le dijo a un periodista al aire por TV que es un sicario (revívalo acá, imperdible). Y sí, no ha pasado nada con él: ahí sigue, como ha estado desde que muchos tienen memoria. Mi ejemplo favorito, sin embargo, es el de Luis Bedoya, que dijo el 20 de septiembre del 2008: "Si no clasificamos al Mundial renunció", y aún es el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol a pesar de que Sudáfrica 2010 no tuvo a Colombia. Eso sí, para despedir técnicos es una fiera: ReynaldoRueda, Jorge Luis Pinto, Eduardo Lara, Hernán Darío Gómez y Leonel Álvarez, a la fecha. Que otros paguen por los fracasos, ¿él? ¡Cómo se me ocurre! Pero el abuso de poder de los dirigentes del fútbol nace en una figura más compleja: ellos nos hicieron creer a todos que el fútbol es nuestro, y no, lamento contarles que es de ellos. Por eso, a pesar de la democratización, los hinchas de Millos tienen que aguantar que los que mandan en el club contraten a quien contraten con los resultados vistos este semestre; por eso de nada sirve esa movilización enorme y genial que hicieron los seguidores del Medellín, que reclamaban un "DIM del Pueblo" a la vez que los dueños negociaban la venta del club para salvar unos pesos y salir de chicharrones; y por eso a los clubes nunca les interesa lo que pase con sus hinchas más allá de los estadios: si se matan en los barrios, si tienen accidentes en la carretera por ir a acompañarlos, si son violentados por otros hinchas o por las autoridades locales (como pasó con los de Santa Fe que fueron a Itagüí este fin de semana y sufrieron abusos policiales con daños a sus bienes -bombos, banderas y demás- sin que nadie responda) , eso no importa. Lo que importa es que los hinchan crean que el equipo es de ellos y que sigan pagando la boletica cada fin de semana, así como lo que les importa a los HP y a todos los políticos en general es que en cada elección aparezcan los votos que les den un puesto para ejercer su poder y volvernos a joder. El índice de lectura en Colombia es de un libro per cápita al año; el de los HP parece ser de 0 proyectos de ley por legislatura y el de los dirigentes deportivos parece que no incluye las quejas y reclamos de los aficionados... De libros ni hablemos y de comics menos. Si Simón Gaviria o alguno de los otros políticos o poderosos de este país hubiesen leído alguna vez al Hombre Araña, sabrían que "con un gran poder viene una gran responsabilidad". Pero como que lo de ellos es Molotov: "Dame, dame , dame, dame todo el power...". Discutámoslo en Twitter: @PinoCalad PD. Como lo prometí, estoy investigando los casos del abuso policial a los hinchas de Santa Fe en el peaje de Guarne y las movidas dirigenciales en el Medellín. De eso se trata el próximo post. PD2. La comisión arbitral, en otra maravillosa muestra de poder para usted ya sabe qué, le envió una carta al Tolima en la que admitía los errores del árbitro Wilson Lamoroux en el partido frente al Pasto. Dice la misiva que el juez debió pitar un penal a favor de los pijaos, que se sancionaron mal unos fueras de lugar y que el silbato dio muy poco tiempo de reposición, pero para nada habla de la excesiva sanción a Antony Silva (¿tres fechas por madrear a un árbitro? No jodás, pasa todas las fechas...). Mejor dicho, es una carta en la que la Federación le dice al Tolima: aquí mando yo, te guste o no.

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    Giovanni Moreno se va para China. El Shanghái Shenhua pagó 10 millones de dólares por él, cinco menos de los que pagó por Didier Drogba, figurón de la Champions del Chelsea, y allí se encontrará también con Nicolás Anelka, que había llegado como agente libre la temporada anterior. Los tres conformarán el tridente de lujo, respaldado por el bosnio Mario Boznic, de un equipo que terminó de 11 en la última Superliga China. Señoras y señores, demos por perdido a Gio Moreno... Parafraseando la maravillosa 'El Padrino', no es nada personal contra Giovanni Moreno, es cuestión de negocios, y creo que el antioqueño y sus representantes hicieron uno muy bueno a corto plazo, pero terrible a mediano y largo alcance. Porque sí, al buen jugador que surgió en Envigado le va a entrar un muy buen dinero, a Racing le va a quedar buena plata e incluso a Nacional le va a llegar su jugosa cuota, pero el jugador se perdió para el futuro pues, muy compañero de Didier Drogba y de Nicolás Anelka, pero Moreno se va para China y eso es un descenso innegable... Muchos ponen como ejemplo positivo a Mauricio Molina, gran figura en Corea, quien lleva desde el 2009 una exitosa carrera en una liga que suele dar campeones asiáticos (el propio Mao ya fue campeón de la Champions de ese continente y jugó el Mundial de clubes), pero, así como Molina es un talento fugado que se perdió para la Selección (siendo crack, goleador, capitán y demás no ha sido convocado ni por Bolillo, ni por Leonel, ni por Pékerman), para allá va Moreno. Ahora, pareciera que tengo un terrible menosprecio por el fútbol chino, una liga multimillonaria que está contratando nombres internacionales, algunos grandes en el ocaso de su carrera (caso Drogba) y otros de menor valía en el que debería ser su apogeo (caso Moreno), y sí, así es. La Superliga China fue fundada en el 2004 y desde ese año ha sido uno de los más grandes focos de corrupción en el mundo del fútbol y uno de los torneos más corruptos casi que legalmente, sin que a nadie le importe. Las denuncias e investigaciones sobre amaño de partidos para satisfacer al multimillonario mundo de las apuestas ilegales pululan. Incluso la semana pasada fueron condenados a cinco años de prisión cuatro jugadores que arreglaron la derrota en el último partido del 2003 del Shanghai International (hoy Guizhou Renhe) para que el nuevo equipo de Moreno sumara su segundo título. La cosa está tan podrida en China, que incluso Declan Hill, el mayor investigador del mundo en corrupción y apuestas en el fútbol, escribió un libro llamado 'Juego sucio' (lo recomiendo sin censura) en el cual muestra cómo los apostadores chinos arreglan partidos en todo el mundo, incluso en la segunda división uruguaya. Lo que pasa en el fútbol chino, según Hill, hace ver el fútbol de la época oscura del narcotráfico en Colombia como algo de colegio, una pendejadita. Y para allá va Gio Moreno. Para una liga sucia en la que hace unos días también mandaron a la cárcel a dos altos jerarcas de la Federación, con lo que ya son decenas los árbitros, dirigentes y futbolistas vinculados a la red de corrupción y apuestas. Como lo escribió hace poco un columnista español: "Los escándalos llegaron a salpicar tanto al fútbol en China -el deporte con más aficionados en el país- que durante un año la televisión estatal del país decidió no emitir encuentros ligueros, ante el desinterés de los telespectadores y la falta de patrocinadores". Por eso China no va a un Mundial desde el 2002 y en la Copa Asiática no ha logrado nada significativo salvo el subtítulo de 2004; porque su liga nacional es terriblemente mediocre y sucia. Tanto así que, a diferencia de Corea en donde está Mao Molina o Japón, en donde brilla Danilson Córdoba (otro jugadorazo al que perdimos), los clubes chinos nunca hacen nada en la Champions League asiática. Pero bueno, Mario Puzo no se equivocó cuando escribió esa línea para El Padrino: "Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar". En China se la hicieron a Gio... ojalá le vaya bien por allá. Discutámoslo en Twitter: @PinoCalad

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    De verdad que no vale la pena citar la grosería que se puede leer en las redes sociales y en los comentarios de los medios digitales para confirmar que hay mucha gente que mantiene una lucha de regiones insensata en torno al fútbol. En los recientes partidos de la selección Colombia se hizo evidente el odio irracional de nuestros compatriotas. Y lo peor es que el improperio ya no sorprende sino que hace parte del ambiente. Si bien las peleas son estúpidas, no por eso hay que acostumbrarse a ellas. En Twitter, por ejemplo, sobraron las ofensas hacia Dorlan Pabón. Varias de ellas, tristemente, resaltaban su origen antioqueño, como si eso fuera pecado. Otros insultaron a Pékerman por su nacionalidad argentina. Ahora, para no ir tanto al pasado, los cobardes enfrentamientos se cuentan por elegir a Barranquilla como sede para jugar en septiembre ante Uruguay por las Eliminatorias. Tras esto último, aparecieron cientos de cachacos, costeños, paisas y caleños defendiendo con groserías su simple parecer y no sus argumentos. Pero en realidad es todo el país el que está en una lucha de regiones infame, una muy diferente a la que se ve por televisión por estos días. El desafío del mal aficionado es nulo, simplemente se trata de plasmar insultos. Somos muy ridículos. El Deportivo Pasto fue castigado porque algunos hinchas les gritaron “micos” y “negros” a Carmelo Valencia y Dahwling Leudo, jugadores de La Equidad. Sería bueno conocer la pinta europea de estos aficionados que siempre se han creído más por pagar una boleta. Todavía en estos tiempos se habla de roscas y de rechazos por nacimientos. Es innegable, por ejemplo, que cuando se habló de la posibilidad de que Leonel Álvarez dirigiera a Millonarios muchos reaccionaron negativamente porque el técnico es paisa, como si no supieran que el “pueblo antioqueño” fue el encargado de sacar al equipo de su mayor quiebra. ¿Es un acierto o un error prestarle atención a esta continua y abundante grosería? Si los problemas hay que atajarlos, están equivocados aquellos que ni siquiera se molestan con tanta insolencia. Lo triste hoy en día, fuera de todo, es que se está jugando como se vive. Sin amor por la camiseta. En Twitter: @javieraborda

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    François Hollande, presidente de Francia, anunció una semana antes de que empezara la Eurocopa que ni él ni ningún integrante de su gabinete estarán en Ucrania o Polonia durante la Eurocopa. La ausencia del mandatario francés inmediatamente sacudió a la Uefa, que sintió el golpe, uno más en esta larga pelea política que ha representado haberle dado la edición de 2012 que arranca este viernes, a Polonia y Ucrania. Desde meses atrás hay escándalos más allá de lo futbolístico. Primero fue el encarcelamiento de la exprimera ministra Yulia Timoshenko, líder de la oposición a Mykola Azarov, actual cabeza de una de las naciones de la desaparecida Unión Soviética. Timoshenko fue detenida a finales del año pasado señalada de abuso de poder al firmar contratos que favorecieron a Rusia durante su gobierno, pero la comunidad internacional rechazó las acusaciones e incluso señaló a Azarov, de una línea nacionalista muy diferente al socialismo demócrata de su antecesora, como un nuevo dictador. Por eso Hollande boicotea con su ausencia la Eurocopa, así como la canciller alemana Angela Merkel y otros grandes líderes del Viejo Continente. Pero si las ausencias de mandatarios son simbólicas, no lo son las acciones de los seguidores de Timoshenko, quienes han anunciado manifestaciones para llamar la atención de la prensa del mundo en la nueva situación política que se vive en el país. Porque de eso se trata esto: la Eurocopa, el segundo torneo de selecciones más importante del planeta después de un Mundial, es un foco mediático gigante. Por eso, también, los grupos feministas están trabajando fuertemente para expresar su crítica a uno de los detalles oscuros que se vienen con el evento: el turismo sexual. Escenas de desnudos en las ceremonias oficiales de la Uefa, manifestaciones públicas de desprecio al campeonato y mucha, muchísima publicidad tienen a los dirigentes del fútbol con dolor de cabeza, pues las activistas están aprovechando las cámaras para mostrar que Ucrania, que de por sí ya está en el mapa del turismo sexual como un punto clave (casi al mismo nivel de Cartagena, que tiene la ventaja del Caribe), se va a convertir con la Euro en sinónimo de prostitución. El 18 de abril de 2007 la Uefa anunció con bombos y platillos que dos naciones del este de Europa iban a ser sedes de la Eurocopa como una muestra de la apertura del torneo para todo el continente. A partir de ahí vinieron los problemas con los retrasos en las obras, los líos políticos y ahora los escándalos sexuales. Al parecer las naciones de la antigua Cortina de Hierro, que durante años fueron el terror futbolístico de las potencias tradicionales, al punto de que la Unión Soviética fue el primer eurocampeón y el torneo tiene en su palmarés a las también desaparecidas Yugoslavia y Checoslovaquia, siguen siendo una maldición para la organización futbolística del Viejo Continente. Si quiere que hablemos de la Euro en Twitter, estoy en @PinoCalad PD. La Euro arranca el viernes y tendremos casi un mes de fútbol de elite, de selecciones, de estrellas y, seguramente, de escándalos. Por eso lo invito a vivir todo eso en el especial que hicimos en Golcaracol.com.

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    Como en Colombia tendemos siempre a idolatrar más de la cuenta a todo aquel que se destaca y a criticar más de lo debido, es preferible guardar absoluta calma sobre lo que puede hacer Falcao en la selección Colombia en estas fechas de la Eliminatoria. Y no porque el goleador no sea capaz de marcar como ninguno otro, sino porque parece que en nuestros genes está inmersa una gran capacidad de cometer injusticias. Lo más sano es alabar al delantero en sus justas proporciones antes de convertirlo en estrella del conjunto nacional. Por fortuna, no hay nada en Falcao que indique que pueda caer en el pozo de tantos otros compatriotas que se destacaron en sus clubes y no pudieron hacerlo con la Selección, tal vez por falta de jerarquía o carencia de amor por la camiseta. Este es el mejor momento para que Falcao llegue con todo su potencial anotador. Más allá del desgaste de la temporada y de los tristes amistosos que jugó con el Atlético de Madrid en nuestro país, el delantero está en la cúspide de su carrera. Esperar poco de su talento sería injusto con sus capacidades. La Selección sí debe aprovechar a Falcao, en el buen sentido de la palabra. Buscarlo en la cancha, acompañarlo. Hay que dejarlo en posición anotadora, que no es cosa fácil. Rodearlo y comprenderlo. Es lo lógico, es nuestro mejor jugador. Lo demás será su acierto o falla a la hora de patear o cabecear. Pero lo que no se debe hacer es esperar todo de él al hablar del gol. Los partidos se pierden por incapacidades conjuntas, no individuales. Y se ganan así, aun cuando un solo futbolista sea el que marque el destino del resultado. Al tanto de esta realidad, el peruano Carlos Lobatón apuntó: “Esperemos que Falcao García no esté inspirado”. Todos los colombianos queremos lo contrario, aunque la advertencia corre porque Falcao no es la Selección ni viceversa, porque acá ganamos y perdemos todos por igual y porque hay quienes quieren generar exageradas responsabilidades en un solo jugador, antes y después de los partidos. Colombia es un país experto en pisotear o magnificar a quien se le venga en gana. Gustaríamos todos de más equilibrio, de éxito, de reconocer sanamente la grandeza de Falcao y de no convertirnos en ese fanático que definió Winston Churchill, es decir, en una persona que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. En la Selección, Falcao debe ser uno más y no el centro absoluto de atención. Ojalá pueda hacer muchísimos goles, por supuesto. Pero los que quieren enaltecerlo ya en el conjunto nacional y cargarle así excesivo peso en sus hombros simplemente están equivocados. ¿Quiere seguirme en Twitter? Mi cuenta es @javieraborda

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