Advertisement

Advertisement

Advertisement

Advertisement

Push Gol Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
No, gracias.
¡Claro que sí!

Advertisement

Gol Caracol Blogs

Blogs

  • Gol Caracol

    “Esto me motiva más”, dijo increíblemente el jugador, después de recuperar un poco el aliento. Horas antes, el crack colombiano había sido amenazado. Le habían apoyado un arma en su pierna derecha como deleznable mecanismo de presión, para que demostrara en la cancha su verdadero talento. Salido de Antioquia, una región colombiana relacionada aún en el exterior con el narcotráfico y la violencia, Giovanni Moreno sintió en carne propia el miedo, el temor a las balas. El hecho sucedió en días en los que se vive con exagerada pasión el fútbol y en los que algunos se precian de ser hinchas para servir de delincuentes. Lo triste es que hay quienes se atreven a criticar a “Gio” por la respuesta que dio a la pesadilla que nunca soñó. Pero para todos aquellos que no comparten su prudencia, sepan que lo que él hizo es digno del mínimo respeto: calló antes de contestar con la cabeza energúmena, se mostró humilde ante la prensa, fue hasta conciliador con sus agresores y aseguró que todo este infierno podría acabar con una simple disculpa. Agregó que, con paciencia, esto se iba a olvidar en poco tiempo, que él quería a Racing y que no se quería ir por la puerta de atrás. En pocas palabras, no sirvió de gasolina al fuego. Ahora, la verdad es que “Gio” debe marcharse del equipo de Avellaneda y no por el poco fútbol que allí ha mostrado, lo cual también sería suficiente razón. La realidad dista de tanto romanticismo y el fútbol no es para morir ni para tener temor. Racing es su trabajo, pero no la verdadera familia. El mediocampista piensa acertadamente en la seguridad de su hijo, de quienes lo rodean, y así debe ser. La vida va allende de un balón, más cuando apenas se tienen 25 años. Cualquier decisión que tome Giovanni Moreno en ese sentido es acertada porque es humana ante todo. Juzgar su reacción es propio de los soberbios. Lo demás es lo de siempre. La maldita violencia, las malditas barras bravas que empañan cada vez más este deporte y manchan con sangre a los aficionados. Ya no falta casi nada para llegar a lo peor en Argentina, en Colombia, en varios rincones del mundo. Se sufrió la tragedia en Egipto y se padecen las amenazas constantes de los hinchas a los futbolistas. Se lamentan los secuestros, las extorsiones, la corrupción del mercado... Esto hace rato se salió de las manos. El presidente de Racing, Gastón Cogorno, afirmó, por ejemplo, que el club irá "hasta las últimas consecuencias" para que no vuelva a suceder un hecho parecido al que aquejó “Gio”. "Hay que aplicar la ley con rigurosidad", aseveró por su parte Sergio Marchi, titular del gremio de futbolistas en Argentina. Eso es pura palabrería, un simple contentillo para los que siempre esperamos cambios reales en el fútbol local y en el que está a kilómetros de distancia. Será imposible cumplir la premisa de la paz cuando la gente que maneja el balompié le ha entregado tanto poder a las susodichas barras sin ninguna clase de control y sin medir las consecuencias. Desde luego, hace falta la denuncia, la verdadera persecución a los violentos. No ceder ante las amenazas. Giovanni Moreno tal vez debió hacer lo primero y, en caso dado, con convicción. Pero lo último que deberíamos hacer es criticarlo en plenos momentos de dificultad. Sabemos que el colombiano también está armado, pero de talento, y que una pistola en la pierna nunca lo impulsará a jugar mejor. En Twitter: @javieraborda

  • Gol Caracol

    Cuando era chiquito hacía tareas en la casa de mi abuela mientras escuchábamos en Todelar "La ley contra el hampa", una especie de radionovela que trataba de ser un CSI criollo con mucha bala, mucha moral y los malos, verdaderos villanos aborrecibles, siempre pagando por sus culpas. Crecí y, aunque para mi pesar la bala se volvió algo de la vida real, a diferencia de la serie radial los malos casi siempre salen impunes. Porque en Colombia la ley, que debería garantizarnos libertad y orden (lema nacional, por cierto), es una palabra de tres letras, no más. Incluso en el fútbol. Acá no nos la tomamos en serio, creemos poco en ella, y la muestra está en que cuando los ciudadanos del común tienen problemas, en vez de recurrir a las autoridades para que hagan ejercer el famoso "peso de la ley", hacen fila telefónica para esperar que Julito les conteste: si el locutor de voz galante los deja exponer por un solo minuto su caso en su programa de radio, prácticamente estará solucionado. Así somos, amantes de la vía rápida y fácil (la peor herencia cultural del narcotráfico), nos volamos un semáforo cuando podemos, pagamos un chanchullo para evitar un trámite, ignoramos el bien colectivo en pos del bienestar propio... somos santanderistas en el peor sentido del término: el de darle vuelta y revuelta a la ley para sacarle ventaja, el de la leguleyada. No soy el primero que dice esto, pero es evidente que nuestra falta de respeto a esa palabrita de tres letras comienza porque las propias autoridades no la respetan. Hablo de corrupción, por supuesto, de casos como el del senador Merlano que cree que por su cargo puede manejar borracho y sin pase (a mi por lo mismo me mandaron una vez el carro a los patios hace unos años... ¿por qué no fui congresista?), de otros colegas del sucreño que realizan tráfico de influencias, de exministros que durante su mandato propusieron leyes para que favorecieran a empresas con las que ahora están vinculados... pero este blog es de fútbol, y por eso voy a hablarde una organización que no hace más que violar sus propias leyes y que por eso mismo, tal como pasa en la nación, ha perdido todo el respeto. Miremos lo que pasa con el Pereira. Su reconocimiento deportivo fue suspendido por Coldeportes, con lo cual el equipo no pudo jugar contra América, Bogotá y Rionegro, equipos a los que por reglamento se les dieron los tres puntos y un marcador a favor de 3-0. Claro, esto es sólo por Torneo Postobón, pues por Copa los puntos y las goleadas fueron para Tolima y Huila (aunque aún en stand by). En total, cinco partidos que, según el Artículo 102 del Código Disciplinario Único de la Federación, le representarán a los matecañan pagar 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes de multa. Lo curioso es que en ese mismo artículo dice que "en casos graves se excluirá al equipo en cuestión de la competición"... pero no, al parecer estar ausente de cinco partidos, tener deudas enormes y no tener cómo responderles a jugadores y otros empleados no es un caso grave. Por supuesto: nunca lo ha sido. Pereira no es el primer deudor multimillonarios de nuestro fútbol y otros clubes, como Millonarios o América, han estado peor y ahí siguen, con restructuración a bordo. La ley, como se ve, puede tener excepciones. Es tan excepcional su aplicación, que por ejemplo al Cúcuta le suspendieron el reconocimiento deportivo en vacaciones, con lo que tuvo tres meses de un suspuesto castigo que no lo fue, pues a pesar de no pagarle a sus empleados ni responder por impuestos o parafiscales, nada le iba a pasar ya que no estaba en competencia. Coldeportes no ha sido serio en los castigos a los clubes y la Dimayor es feliz dándoles aire para que la ley pase por debajo de la mesa sin que nadie la vea. Y cuando me refiero a aire es a la posibilidad de convertirse en SA, meterse en ley de quiebras y darles largas a sus deudas y deudores. A eso mi abuela le dice alcahuetería, aunque sea legal. Además, si algo nos ha demostrado la dirigencia del fútbol colombiano es que la ley no es para todos. El Artículo 104 de ese Codigo Disciplinario, que es en últimas la ley de nuestro fútbol, habla de los castigos en contra a la discriminación. Colombia, nuestra pluriétnica y multicultural nación, es un foco de racismo absurdo y que exista esta norma (que de paso cumple con los mandatos Fifa a favor de la igualdad racial, sexual y de género) es de aplaudir. Por eso el que castigaran al Pasto en marzo pasado con una multa de $11.334.000 debido a las manifestaciones racistas de sus hinchas en contra de jugadores de Equidad fue destacable. Lo absurdo, lo que ratifica que la ley no es para todos, es que nunca más hubo otra sanción al respecto y muestras de racismo hay en cada fecha. Con el permiso de Dimayor y el perdón de ustedes, pero desde el 18 de marzo hasta hoy los "negro hijueputa", "costeño comeburra", "paisa sicario" y demás expresiones de odio que atentan contra ese Artículo 104 siguen. Es más, hasta en un amistoso como el de Millos vs. Atlético de Madrid escuché insultos a viva voz en contra de Wilberto Cosme, en los que no sólo se le criticaba por malo, sino por negro. Pero al único que castigan es al Pasto... Ahora veamos lo que pasó en el Cali vs. América de la fecha 8 de la Copa Postobón. Los hinchas de los dos equipos invadieron el campo, pusieron en riesgo la seguridad de jugadores, árbitros y demás espectadores y, para rematar, el partido se tuvo que dar por terminado cuando aún le quedaban cerca de 40 minutos. Una vergüenza absoluta para azucareros y escarlatas, para sus hinchadas y para Cali que, según el Artículo 96 del Código, implicará sanciones, multas y supensión de la plaza, incluso hasta por 4 fechas. Todo depende del informe del árbitro. Vale la pena recordar que algunos malos hinchas del Cali ya habían invadido el campo en el partido frente a Quindío, lo que le costó una fecha a puerta cerrada a los verdiblancos. Incidentes similares ocurrieron en Ibagué en el Tolima frente a Santa Fe y en Pereira en el duelo entre los locales y Alianza Petrolera. En ambos, las plazas tuvieron dos fechas de sanción. La pregunta que hago al aire, así, casual, es: ¿y los vándalos que protagonizaron estos actos fueron castigados? La respuesta es un enorme no. El Artículo 14 de la Ley 1445 de 2011, la famosa 'Ley del fútbol' que reglamenta a los clubes deportivos y dicta las nuevas normas de seguridad y convivencia en los estadios (por cierto, es bueno que la conozca, así que acá le dejo el PDF), habla de multas y de prohibiciones para entrar a los estadios de tres a cinco años para aquellos que inciten a la violencia al interior de escenarios deportivos, pero acá no pasa nada: la ley queda en el aire (donde ya estaba, porque habla de los estadios pero no habla de los barrios, la carreteras del país y otros escenarios en donde los malos barristas se juegan la vida de todos a bala y cuchillo). Eso sí, estoy seguro de que si lo que pasó en Cali hubiese ocurrido en Pasto, ya habrían suspendido el Libertad como un semestre y 100 cuyigans estarían en la cárcel... y no exagero: historicamente está demostrado que al equipo del sur le aplican leyes que a los demás no. Pero bueno, así es la ley acá: sólo para algunos y una invitación permanente para que los demás no la cumplamos. A fin de cuentas, si no la hacen valer los que las redactan, como Merlano o como la Dimayor, no hay mucha razón para que los que las tenemos que acatar creamos en eso de libertad y orden. Sólo nos queda esperar que Julito arme una pelotera para ver si hay ley contra el hampa en la vida real. Discutámoslo en Twitter: @PinoCalad PD. Sólo para que pensemos un poco en lo que está pasando en este país, les dejo una linda infografía publicada por la Revista Apolorama de las 10 estrategias de manipulación mediática de Noam Chomsky. Genial...

  • Gol Caracol

    La posibilidad de que hombres del medio oriente capitalicen en Millonarios prende una luz de esperanza en los hinchas azules. Pero, ¿puede ser realmente una tabla de salvación? Análisis. Golcaracol.com reveló contactos entre Noemí Sanín, presidente de la junta directiva de Azul y Blanco, y un jeque árabe que estaría interesado en invertir en el equipo bogotano. De inmediato, la noticia se tomó las redes sociales y, por ejemplo, generó ‘trending topics' en Twitter como #LaBandaDelJeque. Desde luego, la expectativa en los aficionados no puede ser menor. Sería la primera vez en Colombia que grandes capitales de medio oriente lleguen a un club y, en el caso de los azules, llegaría en el momento justo para reivindicar la pobreza en materia de refuerzos que ha presentado la actual administración. Sin embargo, aunque no negó la reunión con el empresario, Noemí Sanín dijo públicamente que nunca le ofreció invertir en Millonarios. Fuentes de Golcaracol.com señalan todo lo contrario, pero por supuesto, ofrecer algo no implica que alguien lo vaya a comprar. Claros son los ejemplos de clubes del Viejo Continente que han renacido en materia deportiva a causa de este tipo de inyecciones. Málaga, cliente fiel de los últimos puestos en España, acaba de clasificar por primera vez a la Liga de Campeones luego de que Abdullah Al Thani, miembro de la familia real catarí, comprara la institución por 36 millones de euros hace dos años. Tuvieron que pasar dos temporadas completas y 62 millones de euros en fichajes para que la inversión diera frutos con el tiquete a copas internacionales al comando de Manuel Pellegrini. Más grande, en términos de plata y tiempo, es el caso del recién campeón de la Premier League, Manchester City. El 1 de septiembre de 2008 un grupo inversor de los Emiratos Árabes con Sulaiman Al-Fahim como representante adquirió los ‘citizens' al tailandés Thaksin Shinawatra por 255 millones de euros. Desde entonces, el club que hoy dirige Roberto Mancini ha gastado 523.35 millones de euros en jugadores, aproximadamente. A cambio, solo ha recibido una FA Cup, dos participaciones en la Liga de Campeones (quedó eliminado en primera ronda el año pasado) y el título de liga que acaba de conseguir. En Manchester no se habla mucho de los 227,17 millones de euros que ha dejado como deuda el proyecto deportivo. No todo lo que brilla es oro Si la historia que cuentan equipos como el Málaga, el Manchester City y otros como el París Saint Germain es, por lo menos, esperanzadora, otras no lo son tanto. Corinthians y Racing de Santander no guardan buenos recuerdos de los llamados 'inversionistas extranjeros'. El equipo español en el que actuó el colombiano Bernardo Espinosa, por ejemplo, acaba de descender en la liga española a pesar de que en enero del 2010 Ahsan Ali Syed adquirió el 80 por ciento de las acciones del club. El empresario indio pagó 30 millones de euros por la ficha, sus jugadores y las deudas con la Agencia Tributaria española y la nómina profesional. Pero la salvación le saldría cara en términos deportivos al equipo más tarde. Los objetivos de "hacer que el club sea rentable y competitivo a nivel nacional e internacional" pronto se convirtieron en un fiasco. Ali Syed no les pagó a los jugadores, salieron a la luz rumores de estafa y finalmente el Racing tuvo que acogerse a la ley de quiebras para no descender. Peor le pasó al Corinthians, la primera escuadra en Sudamérica en recibir inversionistas extranjeros. Pero esa historia se las cuenta Alejandro Pino. Por: Ronny Suárez | Sígame en Twitter: @RonnySuarezGol

  • Gol Caracol

    Los partidos amistosos que jugará el Atlético de Madrid contra Millonarios y América servirán para destapar, aparentemente sin remedio, la botella de la decadencia del fútbol colombiano. Y servirán principalmente para que los organizadores se lleven el dinero a casa y para alegrar a una hinchada ansiosa de ver, por fin, a un buen equipo y a un compatriota que merecidamente recibe los elogios del mundo. Falcao debe oír un gran aplauso de Colombia. Su trabajo es loable. Es un animal del gol, por eso su apodo, y su presencia por sí sola llama la atención, más cuando el samario tiene un camino que podría llevarlo a convertirse en el mejor delantero del planeta. Nadie sabe si lo logrará, pero verlo en su clímax actual, en el equipo que acaba de coronarse en la Liga Europa, es una oportunidad que bien se puede disfrutar. Pero no hay que enceguecerse. Los que más sonreirán serán los benditos empresarios del fútbol y no porque los hinchas no vayan a gozarse la escena. Los que más sonreirán serán los benditos empresarios, reitero, porque aprovecharán al máximo el buen viento y la buena mar que acoge hoy a Falcao y le exprimirán su imagen tanto como sea posible para sonsacar dinero. Si Frito-Lay puso a Messi a comer empaquetados en TV, Falcao no tiene por qué ser la excepción. La orden es aprovechar el momento. “Ni siquiera en los años noventa, tiempos en que Faustino Asprilla ganó dos copas de la UEFA con el Parma de Italia, Colombia había vivido una fiebre tan grande como la que ha provocado Radamel Falcao García en el Atlético de Madrid. Ni siquiera ‘el Boca de los colombianos’ de finales de los noventa y comienzos de la década anterior provocó tanta euforia por un jugador”, publicó con atino la revista Semana en su más reciente edición. Algunos aficionados pagarán así 63 mil pesos por una boleta en las tribunas laterales de El Campín. Otros, más ricos, desembolsarán 188 mil para estar en occidental baja y algunos pocos, mucho más acomodados, los 945 mil pesos de la zona VIP. Dinero también saldrá de la gente para el amistoso en Cali. Y no hay crítica en ello: la empresa cobra lo que se le antoja y la gente decide si paga o no. Para el amistoso de Santa Fe contra Real Madrid, hace cuatro años, muchos sacaron del cajero automático un millón de pesos. Plata hay para el fútbol, no lo dude. El punto es que al margen del espectáculo de los amistosos –que casi siempre son aburridos- y de la gracia de ver a Falcao y Amaranto Perea esto también provoca mucha decepción. Sobre todo porque Millonarios y América están lejos de renovar la grandeza de su historia. Si un jugador del Atlético de Madrid pregunta por la actualidad de Millonarios porque no sabe nada del equipo, lo cual es posible en estos momentos aciagos, alguien podría contestarle que no gana una estrella desde 1988, que está lejos de hacerle honor a su nombre porque no tiene dinero y que está eliminado de un torneo de pobre nivel. Le dirían que algún día Millonarios fue muy importante en el mundo, pero que de eso ya pasaron 60 años. Y si la inquietud pasara por el momento actual del América tampoco llegarían muchos elogios. Bastaría con decir que el equipo está en la segunda división. Estos amistosos contra el Atlético me parecen garrapatas que chupan la sangre que corre por dos grandes equipos del medio en el que vivimos. En realidad, no es mucho lo que estos juegos benefician a las instituciones; al contrario, sirven de cortina de humo para los hinchas que cada vez más se acostumbran a la decadencia del fútbol que celebran. El mundo de América y Millonarios, con sus directivos a la cabeza, debería estar en otro foco, no sólo en atractivos amistosos que se programan en medio de su más profunda mediocridad. Muy distinto sería un amistoso de un América o de un Millos campeón frente al monarca de la Liga Europa, ¿no? Hoy en día, es absolutamente abismal la diferencia deportiva que hay entre ellos y, al menos, no debería ser tanta contando que estos dos equipos son los más ganadores del torneo colombiano, el cual no figura internacionalmente desde que Cúcuta y Millonarios llegaron a semifinales de la Libertadores y la Sudamericana, respectivamente, en 2007. Muy distinto es el caso del Huila. Para ellos sí que vale este amistoso ante el Atlético de Madrid, el 22 de mayo. Con serias limitantes, están en Primera División, clasificados a las semifinales del vigente campeonato y tranquilos esta temporada en la tabla del descenso. El amistoso para Huila se puede ver como una fiesta y no como un consuelo, que es lo que me temo pasa con América y Millonarios. En Twitter: @javieraborda

  • Gol Caracol

    Parece ser que mi post anterior molestó de sobremanera a los dirigentes del América. En él, advirtiendo todo el tiempo que no lo puedo demostrar y que se trata sólo de una sospecha y de las ideas que le pasan a mi malpensada cabeza, planteo que hay una serie de casualidades muy curiosas en torno al descenso del Diablo que lo han llevado a estar muchísimo mejor en la B, económicamente hablando, que en la A. Ante esto, Edgar Javier Navia, presidente del S.A. escarlata, me escribió un mensaje público en el que me exigía rectificación y me decía que no fuera malintencionado. Señor Navia, yo no soy malintencionado, soy malpensado, y me preocupa de sobremanera cómo los dirigentes toman ventaja de nosotros los hinchas, algo que ni se inventó usted, ni hace sólo usted y sin el que es imposible el fútbol profesional en el que la premisa es: "¿eres hincha? Paga boleta". Asumo que mostrar eso a usted no le gusta (curioso, a los dirigentes nunca les gusta lo que escribo... por algo debe ser) pero a mi lo que me interesa es el hincha, el que paga esa boleta, el que llora, al que le duele, y como evidentemente América tiene una hinchada fiel que apareció en la adversidad (y eso también lo ratifico, antes de la catástrofe del 2011 y de este renacer de 2012 la hinchada escarlata en Cali se había convertido en clasiquera: acompañaban al equipo más en otras ciudades como Bogotá o Manizales que en la propia Cali), yo simplemente mostré la serie de coincidencias curiosas que han pasado desde que el Diablo se fue a la B en diciembre pasado. Especialmente porque esa tranquilidad administrativa de la empresa que usted dirige puede ser realmente tentadora para otros clubes acosados por problemas legales y financieros, y ese ejemplo, si bien funciona en los escritorios, en los corazones duele. Estoy seguro, y lo sé porque tengo muchos amigos hinchas de la 'mechita', que el aficionado del América tiene fe en que el próximo año volverá a la A y por eso está tan presente en este momento, pero gracias a su mensaje también me pude dar cuenta de muchas cosas; la primera de ellas que usted mismo me ratifica que en la B están mejor administrativamente que en la A. En fin, a continuación reproduzco para aquellos que no lo vieron el texto que publicó el doctor Navia, y de antemano advierto que no le cambié ni una tilde, ni una coma, y me disculpo por las tildes que se le colgaron al dirigente. Eso sí, lo que vaya en cursiva y entre paréntesis al lado sí es mío, es mi comentario a cada uno de los puntos, por eso sí pongo la cara: Respuesta pública de Edgar Javier Navia, director jurídico de América S.A., al post: El negocio del descenso del América… ¿jugaron con los hinchas? 1.Taquillas: Reducimos los precios a un 50% y por lo tanto los ingresos son menores al año pasado aunque con mas hinchas. (América este año tiene un promedio de más de 23.000 aficionados por partido, sólo superado por Nacional que lleva más de 28.000. Esto, según los cálculos de Navia, significa que debemos hacer cuentas de sólo 11.500 boletas por aquello del 50%... casi el doble de lo que fue su asistencia histórica del club en fase regular del campeonato en los últimos diez años... pero no, estar en la B no es negocio). 2. Atlético de Madrid: El partido es organizado por empresarios españoles. América es un invitado mas a la fiesta y esta cobrando el 50% de lo que le pagan a Millos. Pero exigimos que los precios de boletas se redujeran en un 50% para nuestros hinchas. Incluso previendo que en los otros dos partidos nuestros hinchas no pueden asistir porque es mucho dinero en dos semanas (3 partidos). Solo para darle el placer al hincha americano de disfrutar un partido con el SEGURO CAMPEÓN DE LA LIGA UEFA. (¿Cuándo fue la última vez que América jugó un amistoso internacional de estas dimensiones en Cali? Este partido, por más de que el señor Navia trate de demostrar que no le va a dejar plata al club, es un negociazo: se espera vender las más de 38.000 boletas precisamente por los buenos precios (desde $27.000 hasta $94.000) y además se pretende aprovechar la boleta Vicente Calderón (de nada humildes $620.000) para ajustar caja. Es algo maravilloso para el hincha y para el club va a ser un buen negocio... no sé por qué Navia no quiere que lo veamos así: puede ser las dos cosas, corazón y billetera, al mismo tiempo. ¿De eso se trata el fútbol profesional, no?) 3. Solvencia del AMERICA: Debemos 14000 millones de pesos. Lo que sucede es que por PROCESO CONCURSAL esos dineros están congelados y han permitido que la caja se recupere. Pero ademas los actuales directivos vinimos a entregarle tiempo y dinero al Rojo y no quitarle. (En mi post NUNCA -qué pena por robarle el uso de mayúsculas al doctor Navia- dije que los directivos le estuvieran quitando dinero al América: soy incapaz de acusar a alguien de ladrón sin pruebas. Yo lo que digo es que estar en la B es un negociazo... ¿por qué le duele tanto al presidente aceptarlo si hasta los hinchas lo admiten con la premisa de que sea sólo este año? Estos dirigentes/mártires nuestros...). 4. DIMAYOR Y DIRECTV: Ese contrato se firmo mucho antes que AMERICA DESCENDIERA. Y siempre se hablo de la B. Es especulativo lo suyo. (Por supuesto que es especulativo; cuando digo "creo que jugaron con los hinchas" no afirmo, especulo, por eso usted no me puede exigir rectificaciones doctor Navia... pero gracias por el dato: la opinión pública supo del acuerdo DirecTV-Dimayor en la segunda semana de enero, aunque algunos periodistas lo supimos en la última de diciembre. Usted me dice que se había acordado "mucho antes" de que el América descendiera (17 de diciembre), así que hubo un silencio prolongado en el que los perjudicados fueron los usuarios de televisión por cable... interesante). 5. DESCENSO: Se hizo un esfuerzo y se dieron premios especiales a los jugadores para no descender. Lamentablemente era un equipo pobre en el campo deportivo y en el disciplinario. (No dudo un solo instante en que se recurrió a estímulos a los jugadores para no descender, pero no creo que quede bien que desde su posición usted hable mal públicamente de los futbolistas que perdieron la categoría, sobre todo cuando varios son integrantes de la plantilla actual). 6. ACCIONISTAS: Hoy, a pesar que estamos en CLINTON y proceso concursal aportamos 1.650 millones de pesos como inversión conociendo que ese dinero se puede perder si no salimos de CLINTON y ACREEDORES. Por lo tanto le solicito que RECTIFIQUE sus comentarios tendenciosos y mal intencionados. Si usted hubiese consultado a los directivos del AMERICA le hubiésemos aclarado todo. Estamos completamente abiertos para aclarar sus inquietudes y que revise nuestras cuentas, pero si le pedimos que no sea malintencionado en sus comentarios. Hoy manejamos pasión desbordada y se debe ser prudente en dicho campo. Usted lo ha dicho, están manejando una pasión desbordada que celebro y felicito, porque la grandeza de un club está en sus hinchas, y los del América se están comportando a la altura de las 13 estrellas que tiene la camiseta. Pero venir a negar que precisamente ese manejo de pasión desbordada es la que le está dando oxígeno a un club que, como usted mismo lo dice, tiene tantos números en rojo, es tratar de tapar el sol con un dedo. Señor Navia, insisto que estar en la B fue lo mejor que le pudo pasar administrativamente al América, niéguelo todo lo que quiera, pero todo lo demuestra. Ahora, que sea sólo este año: queda todo un semestre largo para terminar de organizar la casa y volver a tener al Diablo en la A, un lugar del que nunca se debió haber ido por más oscuras cuentas del destino que tuviera que pagar, y en el que no sólo yo sino todos esperamos verlo el próximo año. A fin de cuentas, esto es un negocio (aunque usted lo niegue apelando a la inocencia de la hinchada) que mueven los grandes y cuando uno tiene 13 títulos encima por supuesto que lo es. Tanto lo mueve, que gracias a la presencia del América en la B por fin el Torneo Postobón es visible, cosa que por supuesto que celebran en la Dimayor. ¿O esto también me lo va a negar? Me encuentra en Twitter como: @PinoCalad

  • Gol Caracol

    Felicito a los hinchas del América por la pasión que han demostrado acompañando a su equipo en la B. El diablo no sólo es hoy en día uno de los equipos más taquilleros de Colombia (e incluso puede ser el más) sino que logró un milagro: que la Primera B o Torneo Postobón tomara vuelo mediático, y por tanto en términos económicos, algo que no estaba pasando. Sin embargo, con su perdón, hincha escarlata, hoy quiero ser malpensado y señalar que no me huele nada bien esta presencia del América en la B porque creo que jugaron con usted. Primera escena: América desciende en medio del llanto de una hinchada enorme que vino a respaldar al club demasiado tarde. Tantos triunfos y glorias acumuladas en tan corto tiempo (13 estrellas desde 1979 a 2008 con cuatro finales de Libertadores, récord absoluto para nuestro fútbol) malacostumbraron a una hinchada que era multitudinaria en Cali pero que en una década se convirtió en una de las grandes aficiones de todo el país. Eso llevó a que el América llevara más hinchas a otras ciudades que al propio Pascual Guerrero, en donde sus aficionados se habituaron a pagarle boleta sólo en partidos definitivos. Sin embargo, en el 2011 y con la amenaza del descenso, la pasión escarlata volvió y trató de poner su cuota para que su equipo amado no descendiera, milagro que no se logró. Los años de dineros oscuros pasaron factura y un equipo quebrado, con las finanzas totalmente embolatadas por culpa de la Lista Clinton, se fue para segunda división con toda su gloria deportiva y la pasión de sus aficionados detrás el 17 de diciembre pasado. Segunda escena: la Dimayor anuncia que cambia su modelo de negocio en cuanto a los derechos de TV para el 2012. Ahora venderán siete partidos de la A más uno de la B, que será televisado todos los lunes en la noche. El negocio, multimillonario y ambicioso, tiene la guinda fundamental de que para transmisiones nocturnas pocos estadios de la B tienen la capacidad lumínica de cumplirle al televidente, así que la presencia del América en pantalla se da por descontada. Hasta la fecha 13, el diablo ha ido ocho veces por TV; las cinco restantes han sido por falta de infraestructura para transmitir en TV del estadio en que juega el diablo, con excepción de la fecha 4, cuando fue local un domingo de Bogotá FC y transmitieron desde Pereira. Por supuesto, la televisación de los partidos no ha alejado a la hinchada, que este año está acompañando como lo hacía hace 20 años. América tiene las mejores taquillas de este año, las tribunas del Pascual están rojas cada vez que es local y su presencia en diferentes plazas le ha permitido al respectivo anfitrión tener ingresos nunca antes vistos: Fortaleza llenó Techo (estadio en el que nunca juega) cobrando precios altísimos, en Rionegro hubo ambiente de clásico como si fuera contra algún grande antioqueño, en Valledupar una masa roja recibió al equipo de Lara, en Bucaramanga y Tuluá se volvieron a sentir en la A y, para no ir más lejos, en la fecha 14 Academia oficiará por primera vez en su historia como local en un Campín en el que seguramente será visitante. Tercera escena: las Empresas Públicas de Cali, Emcali, firmaron un acuerdo con la Dimayor para transmitirle a la capital del Valle del Cauca los siete partidos que produce por fecha y los juegos del América. Este negocio, que por supuesto favorecerá a los caleños pues ya no tendrán que suscribirse a una señal satelital para poder ver el fútbol profesional colombiano, fue la última ficha en mi larga lista de malpensante. Conclusión: el descenso del América resultó un negociazo para la Dimayor, que aprovecha su presencia en la B para agrander el paquete de ventas de sus derechos de TV (pregunto: ¿el negocio con Emcali se habría dado sin el diablo en el Torneo Postobón?), que gracias a eso le ha dado a la segunda división una visibilidad que nunca antes había tenido y que le da una mano enorme a las pobres finanzas de los clubes de la categoría, que esperan ansiosos la visita escarlata para hacer el taquillón del año. Pero también resultó ser un negocio maravilloso para las directivas del club que, a pesar de la Lista Clinton, en la B han tenido los ingresos suficientes (por taquillas, publicidad y derechos de TV) como para poder apostarle a una transformación institucional y dejar de ser Corporación Deportiva para ser ahora Sociedad Anónima, un proyecto que fracasó rotundamente estando en la A y que puede ser la salvación financiera de la institución. La directiva, apoyada en el discurso institucional de "América somos todos", tocó la fibra de los hinchas que, por supuesto, reaccionaron y no desamparan a la mechita en ningún estadio. Por eso es que el club va a jugar contra Atlético de Madrid el 19 de mayo en Cali, porque los dueños saben que ese día van a tener lleno, van a poder vender las boletas caras y van a hacer sentir a esa afición que "América somos todos"... y eso me lleva a malpensar: ¿el descenso del club fue programado para que se diera todo esto? Porque, si se mira bien, es lo mejor que le pudo haber pasado a todas las partes... claro, a todas menos al aficionado, que por supuesto pensando en que ayuda al dueño de su corazón paga una boleta para ver a su club contra un equipo de la B del que tal vez ni siquiera sepa el nombre del DT. ¿Se jugó con la hinchada escarlata? No sé. No puedo responderlo. Pero creo que sí... Así como algunas mujeres saben que uno es capaz de darle la vuelta al mundo por ellas y se aprovechan, los dirigentes del fútbol colombiano se dieron cuenta con el caso del América de que los hinchas estamos dispuestos a cualquier cosa por nuestro equipo, sobre todo si está en malas horas: somos paladines al rescate del ser amado, y esa idea es peligrosa y hasta contagiosa. Porque aunque esté en la B, América está en un estado de confort institucional que muchos envidian... preguntémosle no más al DIM o al Once Caldas. Y claro, eso es buenísimo para los clubes, pero mi duda enorme, la que me corroe las entrañas es, ¿y los hinchas? Discutámoslo en Twitter: @PinoCalad

  • Gol Caracol

    En la ciudad de Barcelona alcanzaron a sonar los juegos pirotécnicos con los goles de Busquets e Iniesta. Parecía una fábula más de Guardiola y su equipo hasta que la historia terminó convertida en una tragedia griega del fútbol. Todo gracias a la naturaleza de lo impredecible. Al golazo de Ramires, al tanto de Fernando Torres, a los errores de un genio del fútbol como Messi y a una eliminación que puede determinar el fin de la historia que marcó el Barcelona en el último tiempo. Tras la eliminación en la semifinal de la Champions, las decisiones que debe tomar ahora Barcelona son trascendentales. El cuadro blaugrana no cambiará voluntariamente el estilo que tiene ya marcado en la piel porque simplemente sería estúpido, aunque tal vez sí se decante por un recambio que parece necesario ante el agotamiento de sus figuras. Los golpes contra Real Madrid y Chelsea hicieron que Barcelona perdiera en cuatro días una temporada completa. Sin embargo, la cosecha recogida desde que Guardiola llegó al banco es un ejemplo a seguir (sin olvidar el antecedente de la Champions lograda de la mano de Ronaldinho y Rijkaard). No alzar esta vez los trofeos de la Liga y de la Champions en absoluto opaca la gloria conseguida. Barcelona ganó todo lo que quiso en los últimos años y lo hizo extraordinariamente bien. En estos tiempos tal afirmación suena a exageración, pero la realidad demuestra que no lo es. El partido ante Chelsea se acercó irónicamente a la ficción, a las anécdotas que cambian el rumbo de las cosas. Todo estaba a favor del Barcelona y el fútbol nos recordó que de lo mejor que tiene este deporte es su capacidad de sorprendernos. Messi pareció jugar con la selección Argentina y no con la máquina culé; el mejor jugador del mundo botó un penalti y un palo le quitó la revancha; Xavi e Iniesta se vieron impotentes cuando casi siempre lucen infalibles; Piqué siguió jugando después de sufrir un golpe brutal y finalmente terminó en el hospital; Drogba alcanzó a jugar de lateral derecho; Fernando Torres hizo gol y Chelsea clasificó, aun con el absurdo Terry y su ridícula expulsión. Pasó de todo en el histórico partido. ¿Qué sucederá ahora? ¿Con la hipotética marcha de Guardiola se esfumaría la esencia de uno de los mejores equipos de todos los tiempos? ¿Quién en el mundo es capaz de realzar al Barcelona ahora que todos parecen haber encontrado antídoto para su fútbol? ¿Hay que cambiar jugadores? ¿No sería esto último lo más vil para quienes han deleitado al planeta con su talento? ¿Me equivoco si digo que todo el equipo parece cansado, sin motivación? Hay demasiadas inquietudes que resolver y sin duda este será un punto de inflexión. Sea cual sea el futuro, hay que sentenciar que el fútbol no fue injusto esta vez con Barcelona, como dijo Iniesta. Todo lo contrario. Fue la vida misma, llena de momentos dolorosos y otros de alegría. No hay hegemonías eternas y el futuro traerá oportunidades para nuevos ganadores. Barcelona ha sido demasiado exitoso y ese es su gran legado, lleno de valores fuera de la cancha. Podrá repetir conquistas, desde luego, podrá recobrar muchos títulos en la próxima temporada, pero es posible que haya llegado el momento de decir adiós a este hito del fútbol, a este equipo. Tarde o temprano, todo tiene su final. En Twitter: @javieraborda

  • Gol Caracol

    Hasta el próximo domingo Bogotá será sede de la Feria Internacional del Libro, un evento fundamental en el calendario de la industria editorial gracias a los gomosos que no desaprovechamos la oportunidad para exprimir la tarjeta de crédito por tener algo nuevo para leer. Por eso hoy que además es el Día del Idioma, quiero hacer algunas recomendaciones de lecturas de fútbol. Porque sí, nuestro tema no sólo se ve, se juega y se discute, también se lee. Algunos libros colombianos sobre fútbol que vale la pena leerse: - Bestiario del balón: los autores son amigos de la casa y por eso puede sonar a zalamería, pero este libro es una joya. Es más, si no tiene plata para comprarse este maravilloso anecdotario del lado B del campeonato colombiano, le recomiendo meterse al blog del que surgió el libro de Nicolás Samper, Federico Arango y Andés Garavito. - Fútbol en Colombia: para los que creen que las mujeres no saben de fútbol les tengo esta gran investigación de Carolina Jaramillo, quien nos ofrece una edición preciosa, con fotos espectaculares y buenos datos sobre la historia del fútbol colombiano. Para coleccionistas. - 100 años del fútbol colombiano: debo admitir que tengo una gran debilidad por este libro, ya que admiro muchísimo a su autor Alberto Galvis, el hombre que más sabe de historia del deporte colombiano. El gran periodista santandererano hace una recopilación de un siglo de vida de nuestro balompié llena de datos brillantes. Galvis también es el autor de "Grandes hazañas deportivas de Colombia", otra joya de referencia obligatoria para todos los que estamos metidos en esto. - ABC del fútbol colombiano: si lo que quiere es el dato exacto y puntual, este libro tiene que estar en su biblioteca. El viejo Guillermo Ruiz, la mayor autoridad de estadísticas en Colombia, escribió con la colaboración de varios colegas, entre ellos su hijo, estos cuatro tomos que se constituyen en la gran enciclopedia del balón en Colombia. Lo mejor son los datos curiosos y el hecho de que existan reseñas hasta de los periodistas legendarios que han tratado el tema del fútbol. - Autogol: pasándonos a la ficción, recomiendo esta gran novela de Ricardo Silva que muestra el patetismo del ser colombiano con el transfondo del asesinato de Andrés Escobar. Ficción tan cercana a la realidad que duele. - Calcio: Juan Esteban Constaín hace un relato maravilloso indagando sobre los orígenes del fútbol en la Italia renacentista. Si le gustan las novelas históricas, esta puede ser una de las más originales que puede encontrar. - Cuentos de fútbol: Federico Díaz Granados, poeta y terriblemente santafereño, selecciona siete maravillas de grandes autores hispanoamericanos como Rubem Fonseca, Roberto Fontanarrosa, Camilo José Cela y Mario Benedetti. Recomendado a más no poder. - Los amos del juego: el investigador Ignacio Gómez (subdirector de Noticias UNO y en mi concepto uno de los adalides de la libertad de prensa en este país) desenmascaró en los 80's la oscura relación del fútbol y el narcotráfico. Es un libro rarísimo, no lo va a encontrar en la Feria, pero es básico para entender muchos cómos y porqués. Por supuesto, a Gómez le tocó utilizar un alias, el de José Ignacio Rodríguez, para cuidar su integridad. - Nuestro fútbol: hablando de bichos raros, este casi que incunable de Hernán Peláez es tan difícil de conseguir, que si lo ve no dude en comprarlo. El famoso periodista del Pulso del fútbol y La Luciérnaga lo escribió en 1976 y tanto sus fotos como sus textos son una delicia. - El milagro del fútbol colombiano: también de Hernán Peláez, vale la pena tenerlo sólo para ver cómo la fiebre triunfalista de la Selección Colombia antes del Mundial de 1994 se le subió a la cabeza a todos, incluso al considerado mejor periodista deportivo del país. En esta joya don Hernán dice, sin pelos en la lengua, que la Tricolor tenía que ser al menos semifinalista de USA 94... - Colombia Gol: de Pedernera a Maturana, grandes momentos del fútbol colombiano: tipos tan pilos como Andrés Dávila, Eduardo Arias, Gonzalo de Francisco y José Arteaga cuentan de la mejor manera (con la pasión del hincha) la historia de los grandes equipos colombianos, desde el Millonarios de los 50's hasta la Selección de comienzos de los 90's. Es otra perla rara de conseguir. - Emoción, control e identidad: las barras de fútbol en Bogotá: rara vez la academia colombiana le para bolas al fútbol y esta es una de esas excepciones. Con un claro carácter antropológico y sociológico, María Teresa Salcedo y Omar Fabián Rivera exploran el mundo de las barras bravas en la capital de la República. Recomendaciones varias que puede encontrar en la Feria - Soccernomics: puede ser la mirada más interesante que se haya escrito sobre el fútbol como industria cultural. Simon Kuper y Stefan Szymanski hacen un análisis económico para explicar el éxito de determinados equipos y el fracaso de otros. Brillante. - El fútbol a sol y sombra: todos nos tenemos que leer más de una vez esta obra maestra de Eduardo Galeano. Cuando el romanticismo por el fútbol le falle, consúltelo. - Fiebre en las gradas: se lo tiene que leer, no sólo porque Nick Hornby es un escritor tan creativo como gracioso (y está muy bien traducido), sino porque es la historia personal de un hincha del Arsenal al que la pasión por su equipo lo lleva a contar su vida según los diferentes momentos y partidos de los gunners. Debe ser uno de los mejores libros de fútbol que hay. - Dios es redondo: pocas personas escriben tan sabroso como Juan Villoro. Esta recopilación de escritos es, simplemente, una maravilla. Otro libro infaltable de Villoro (aunque ojo, en este no sólo habla de fútbol, también toca otros temas con gran propiedad) es "Los once de la tribu". - Puro fútbol: la recopilación de los cuentos futboleros del gran Roberto Fontanarrosa, hincha de Rosario Central y autor de "19 de diciembre de 1971", para muchos el mejor relato sobre la pasión que genera la pelota. Si lo ve, cómprelo, sin dudar. - Cuentos de Fútbol I y II: si bien Jorge Valdano, ex jugador argentino, ex técnico y ahora directivo del Real Madrid, escribió "Los cuadernos de Valdano", "El miedo escénico y otras hierbas" y otros libros, estas compilaciones de cuentos son, para mi, de lo mejor que hay en el mercado. Lastimosamente conseguirlos es un reto porque viven agotados, pero buscarlos vale la pena siempre. - ¿Cómo se robaron la copa?: David Yallop hace un reportaje extenso, crítico y durísimo en el que desenmascara la relación de la Fifa con el poder y en el que cuenta cómo Joao Havelange y su sucesor Sepp Blatter convirtieron al fútbol en la industria más poderosa del planeta. Es realmente bueno. - 155 historias del fútbol mundial que debería saber: así se llama en su versión corta, pero en la larga se llama "365 historias del fútbol mundial que debería saber". Como sea, Alfredo Relaño, el editor de AS y uno de los periodistas más importantes de España, nos llena de datos simpáticos, de anécdotas inolvidables y de historias que valen la pena, todas con la excusa de ser contadas en cada uno de los días del año. - La vida es un balón redondo: lo compré sólo porque su autor, Vladimir Dimitrijevic, fue el fundador de la editorial L'Age d'Homme, y me encontré con una lectura deliciosa de un hombre culto que, como buen yugoslavo, ama el fútbol, vivió en su infancia para él y aún cree que con la pelota se puede arreglar cualquier día. Y yo estoy de acuerdo. - Fútbol postnacional: el título es raro, pero el libro es interesantísimo. Ramón Llopis es el editor de una serie de ensayos sobre el papel del fútbol en el sistema mundo actual. Si está interesado en la relación de lo que es mucho más que un deporte con mercadeo, globalización, política, nacionalismos y otros temas actuales, búsquelo. - Fútbol-espectáculo, Cultura y Sociedad: siguiendo la línea anterior, Samuel Martínez hace una recopilación de textos de notables intelectuales latinoamericanos (ojo, hay algunos en portugués) analizando el papel cultural y político del fútbol en sus respectivos países. Ya le contaré sobre este libro, pues me lo acabo de comprar. - Fútbol, una religión en busca de un dios: el genio único de Manuel Vázquez Montalbán se despacha con su análisis de la realidad del fútbol mundial a finales de los 90's. Una mirada vital al deporte como cultura, industria, espectáculo y escenario político. - El nacimiento de una pasión: los amantes del fútbol argentino tiene que leerse este gran trabajo de Alejandro Fabbri en el que cuenta la verdadera historia detrás de los clubes de ese país. Es una rareza, pero es buenísimo. - ¡Gracias vieja!: la autobiografía de Alfredo Di Stéfano está tan bien narrada, es tan personal, nos toca tanto (sobre todo si usted es hincha de Millonarios), que merece ser leída. - Memorias del Mister Peregrino Fernández y otros relatos: Oswaldo Soriano es un grande de las letras suramericanas, pero especialmente es un monstruo a la hora de escribir de fútbol. Sus cuentos son una avalancha de personajes, situaciones y dramas que rayan en la tragicomedia. Es de lectura obligatoria, para mi. ¿Tiene libros, títulos de cuentos o lecturas varias sobre fútbol para compartir? Que estos días de Feria del Libro valgan la pena para eso, coméntelos acá o en mi cuenta de Twitter: @PinoCalad. Que sea un motivo...

  • Gol Caracol

    A veces sucede que uno termina convirtiéndose en lo que tanto critica. Pues bien, ese es el caso de todos aquellos que vemos con cierto desdén a los que se pasan la vida mirando su Blackberry y ahora estamos en la ola de escribir a toda hora en los teléfonos móviles. Para el caso que nos atañe, Twitter se ha convertido en un elemento distractor, en una barrera que impide ver tranquilamente un partido de fútbol. En el estadio o donde quiera que se esté, muchos escribimos primero sobre un gol antes que celebrarlo o apreciarlo. Otras veces tomamos fotos o hacemos un video. Y eso resulta algo estúpido, digo yo. ¿Acaso no es mejor ver el juego, los detalles y disfrutarlo sin preocuparse por nada más? ¿No es mejor aprovecharse del fútbol para alejarse de esa maldita carrera por comunicar todo lo que pasa a nuestro alrededor? Nos convertimos en digitadores de lo que vemos, en comunicadores gratuitos de la información. La salvedad acoge a los periodistas que debemos informar en ocasiones vía Twitter, claro, pero para los demás no tiene tanto sentido si se parte de la premisa de que lo que quiere el aficionado es ver fútbol. Antes se trataba simplemente de prender el televisor, tal vez encender la radio, y observar los partidos sin distracción. Ahora todo es diferente. La tecnología está cambiando el comportamiento tradicional del aficionado y las personas. Hay que reconocerlo. La culpa no es de Twitter sino de no saber medir apropiadamente sus bondades. A mí me gusta mucho y no lo lamento. Creo incluso que se ha convertido en un vicio que tengo controlado. Disfruto de verdad de la interacción con colegas y con desconocidos que se unen a la misma causa de hablar de un partido. También aprecio las fotografías y comentarios de quienes viven el momento. Es bueno hacer parte de este ambiente. Recuerdo que Lula da Silva, el expresidente brasileño, dijo en medio de una pelea con Álvaro Uribe (una de las tantas que ha cazado en esta red social) que no usaba Twitter porque tenía que “pensar antes de decir las cosas, y muchas veces en el Twitter uno no piensa, simplemente escribe”. Lejos estoy de las posiciones que menosprecian la tecnología con lo que esto conlleva. Aclaró sí que también estoy muy cerca de las recomendaciones que llegan para saber cuál es el límite y cuándo este tipo de herramientas nos convierten en un estereotipo. El atrevimiento de mi parte es recomendar la calma tuitera (salvo cuando se trata de trabajo) para ver fútbol. Suele pasar que por andar escribiendo tanto en los pequeños teclados móviles uno se pierde de jugadas importantes, goles y de muchas cosas que rodean el juego, contando lo que sucede también fuera de la cancha, en las tribunas. Perderse eso, el contexto de un partido, resulta decepcionante. Lo que cada quien debe resolver es si quiere ver fútbol, ya sea en el estadio o en casa, para informar, leer, escribir o si prefiere vivir de verdad el espectáculo que está en el campo y no en los adminículos electrónicos… Razón tuvo el Papa Benedicto XVI al enviarle al mundo este mensaje que se resume en menos de 140 caracteres: no hay que reemplazar los amigos reales por los virtuales. Sin duda es mejor gritar un gol y abrazarse con alguien de carne y hueso que relatarlo con muchas oes y signos de exclamación en Twitter. En Twitter: @javieraborda

  • Gol Caracol

    Suelo decirles a mis estudiantes que antes de ponerse a criticar algo hay que conocerlo a la perfección, y que por eso soy una biblia en la discografía de Ricardo Arjona: porque para poder decir que es un cuasipoeta barato debes conocer su "obra". Y si así es con algo tan banal, mucho más tiene que ser con algo tan importante como el Proyecto de Ley 201 de 2012, conocido por muchos como "Ley TLC" y señalada por todos como "Ley Lleras 2.0". Porque ojo querido hincha de fútbol, si usted cree que esto no lo afecta, está absolutamente equivocado: usted, que es tan fan del fútbol y que ve partidos por internet, que comparte fotos de su equipo en sus redes sociales, que hace videos conmemorativos para YouTube, será el primer perjudicado por un mandato que, si bien castiga a los internautas de a pie, es también una invitación para que los grandes medios le apuesten a la masificación de sus contenidos. ¿Confundido? Acá le explico en qué consiste esa "Ley Lleras 2.0" y qué tiene que ver con usted, que sólo quiere disfrutar del buen fútbol. En Golcaracol.com hice este video para explicar el impacto de la Ley 201 de 2012, pero si bien ya ha rotado por redes sociales con mi autorización y la del portal, para que no digan que estamos violando la ley (sí, a eso se puede llegar con esta nueva legislación), voy a desarrollar el tema puntualmente por petición de algunos seguidores y usuarios a los que el formato audiovisual no convence del todo. [ooyala code="52cTNnNDrIZ-uzVNi0IQVFQXUb2AheHL"]

  • Lo más visto