“Soy una jovencita octogenaria”, dice Helena con orgullo mientras deja ver su cuerpazo con una prenda de encaje.
Nunca es demasiado pronto para probar ni demasiado tarde para comenzar. Eso lo sabe Helena Schargel, que posa sin prejuicios en ropa interior femenina.
Trabajó durante años en una empresa textil, se jubiló y, antes que abandonarse en un sillón para ver la vida pasar, decidió invertir en su propio emprendimiento: lencería para mujeres maduras.
Además de participar en el diseño de las prendas íntimas, Helena las modela con tanta naturalidad y sensualidad que pocos imaginarían que esta mujer brasileña tenga 80 años.
“Quién dijo que no puedes”, se lee en una de sus tantas publicaciones en Instagram
, donde alienta a las mujeres a salir de la invisibilidad.
Sus videos virales
inspiran a quienes creen que la edad es un estado mental.