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Los habitantes de Simijaca, en Cundinamarca, quedaron consternados tras el brutal asesinato de una joven embarazada. Se trata de María Inés Cervera, una mujer de 21 años que fue hallada sin vida en su cama, con múltiples heridas y un fuerte golpe en la cabeza. El Rastro conoció el caso en 2012.
Después de terminar sus estudios, María Inés decidió dejar su natal Valledupar en busca de mejores oportunidades laborales. Soñaba con convertirse en ingeniera, y por eso se trasladó a Simijaca, un municipio conocido por su actividad minera.
Su situación económica era difícil, y con el paso del tiempo, la idea de regresar a su tierra natal para comenzar de nuevo se volvía cada vez más persistente. Sin embargo, cuando estaba a punto de hacerlo, uno de sus amigos le presentó a Giovanny Ernesto Sánchez, dueño de una mina.
Giovanny era 15 años mayor que María Inés y llevaba 20 años casado con Marinela Carrupí, con quien tenía tres hijos. A pesar de ello, inició una relación clandestina con María Inés.
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“Ella estaba demasiado enamorada de él. Ella me llamaba y me pedía recetas de comida para hacerle a él”, contó Inés María Carbal, madre de la víctima.
El vínculo entre ambos se fue fortaleciendo con el tiempo, al punto que Giovanny decidió separarse de su esposa para comenzar una vida con María Inés. Dos meses después, la pareja se mudó a un apartamento. Un mes más tarde, Giovanny viajó a Valledupar para conocer a la familia de la joven.
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No obstante, a pesar de la relación establecida entre la pareja, uno de los hermanos de María Inés no aprobaba que estuvieran juntos, pues le incomodaba que Giovanny ya hubiese estado casado. Además, según relató la madre de María Inés, Giovanny tenía fama de ser un hombre coqueto y de entablar relaciones con múltiples mujeres.
A pesar de que la familia de María Inés no estuviera de acuerdo con la relación, a la pareja cada vez se le veía más enamorada. Al poco tiempo, ella quedó embarazada.
El día del atroz crimen
El 14 de septiembre de 2011, cuando María Inés tenía cuatro meses de embarazo, la pareja tenía planeado viajar a Bogotá para comprar varias cosas para el bebé que esperaban. Sin embargo, esa mañana, María Inés amaneció enferma y decidió quedarse en casa, mientras Giovanny salió a trabajar.
Esa noche, Giovanny llamó a las autoridades y reportó que alguien había asesinado a su esposa dentro del apartamento. “El cuerpo fue hallado junto a la cama. Tenía la cabeza envuelta con una sábana, las manos atadas con cordones y los pies sujetos con una chaqueta. La cama estaba cubierta de sangre”, relató el patrullero Carlos Javier Buitrago, quien además afirmó que la mujer había sido golpeada con “una batería de carro”.
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La Policía descartó la hipótesis de un hurto, ya que en la vivienda se encontraban todas las pertenencias de la pareja. Por ello, las autoridades concluyeron que se trataba de un crimen cometido por alguien de confianza .
Claves para esclarecer el crimen
El primer sospechoso para las autoridades fue su pareja sentimental. No obstante, era necesario encontrar pruebas que lo vincularan directamente con el crimen.
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La pareja vivía en el tercer piso de un edificio que, en el segundo nivel, tenía un local comercial. La Policía solicitó las grabaciones de las cámaras de seguridad para verificar quién había ingresado al edificio ese día.
Allí se verificó la entrada de dos personas, una mujer y un hombre. Ambos salieron del edificio a las 5:17 de la tarde. Gracias a las imágenes captadas por la cámara de seguridad, Giovanny reconoció a la mujer, se trataba de su expareja, Marinela Carrupí.
El hombre aseguró que su relación con Marinela se deterioró hasta el punto de que hubo un episodio de violencia mutua. “Me pasé con ella en palabras y le levanté la mano, y ella también me agredió; me dio unos chuzones”, afirmó.
Cuando Marinela se enteró de que Giovanny estaba con otra mujer, según él, le pidió que se fuera de la casa y que lo único que exigía era que siguiera respondiendo por sus hijos. “Eso me sorprendió bastante y pensé ‘le está sirviendo ir a la iglesia y leer la Biblia, porque está cambiando’”, mencionó.
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No obstante, después de la separación, Giovanny aseguró que seguía en contacto con Marinela únicamente para hablar sobre sus hijos y temas del día a día. Afirmó que entre ellos ya no existía ningún vínculo amoroso.
Testimonio clave en la investigación
Tres días después del atroz crimen, la Policía recibió el testimonio de un hombre que afirmó haber sido contactado por Marinela para asesinar a María Inés. Según su declaración, ella le ofreció tres millones de pesos por cometer el homicidio. El hombre fue identificado como Alexis Zamora Mina, quien ya contaba con antecedentes por lesiones personales.
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Alexis Zamora fue capturado en la terminal de transporte de Ubaté, y poco después se llevó a cabo la detención de Marinela. Ambos fueron acusados de los delitos de homicidio agravado y tortura.
Alexis fue condenado a 25 años de prisión y trasladado a la cárcel de Ubaté. Tiempo después, Giovanny visitó a Marinela en la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá, donde ella le confesó cómo se había llevado a cabo el asesinato de María Inés. Durante la conversación, le reveló que en elcrimen habían participado tres personas.
Además, le dijo que utilizaron la excusa de entregar de una hoja de vida para ingresar al apartamento. Una vez dentro, inmovilizaron a María Inés y la golpearon con una batería de carro mientras aún seguía con vida, causándole la muerte con sevicia.
Según un documento publicado en 2022 por el Juzgado Primero de Familia del Valle del Cauca, Marinela Carrupí cumplió los últimos meses de su condena ese mismo año. Actualmente, se encuentra en libertad tras haber cumplido su pena.