Tras la importación ilegal de los primero cuatro hipopótamos en la década de los 80, por parte de Pablo Escobar, para exponerlos en un zoológico privado de la Hacienda Nápoles, la población ha crecido de forma exponencial.
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Después de la muerte del líder del Cartel de Medellín, hubo un descontrol en el manejo de la reproducción de la especie. Por ello, se prevé que hay aproximadamente 169 hipopótamos viviendo en la región del río Magdalena, principalmente alrededor de la antigua hacienda.
Estas cifras pueden aumentar debido a que Colombia tiene unas condiciones climáticas favorables, lo que ha permitido su rápida reproducción. En comparación con África, que presenta sequías. Además, la ausencia de depredadores naturales y que encuentren alimento disponible permite su adaptación al territorio, siendo un problema para nuestro ecosistema.
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Por ello, las autoridades han buscado diferentes alternativas para mitigar su impacto, ya que, esta especie invasora representa una grave amenaza para el ecosistema, como un peligro para las comunidades en donde se ha visto la presencia de estos.
¿Por qué preocupa tanto la presencia de los hipopótamos en Colombia?
El aumento de la población de hipopótamos y sus recientes avistamientos cerca de los seres humanos ha alertado a las autoridades ambientales que buscan prontas medidas para dar frente a esta especie invasora, ya que, ha generado un impacto negativo a nivel de alteración de hábitats, competencia con especies locales y un riesgo para la seguridad humana.
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“Aquí hay tres objetivos claves. Primero, la salvaguarda de los ecosistemas colombianos; segundo, el control de la población de los hipopótamos, y, tercero, que las medidas que implementos tengan un componente ético. Entre estas medidas claves está, por una parte, la translocación, esto es exportar los hipopótamos, y, por otra, la esterilización quirúrgica. Hay una tercera medida que es el confinamiento, pero hoy no vemos condiciones en Colombia para aplicar el confinamiento seguro y la cuarta es la eutanasia”, explicó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.
Debido a esto, la primera opción que empezó a tratarse en 2023 es la esterilización de los hipopótamos, sin embargo, este procedimiento ocasiona altos costos, varios especialistas y un gran riesgo tanto para el animal como para el personal médico.
“Al país le cuesta $40 millones de pesos realizar una esterilización; por lo tanto, es un proceso complejo... Debemos aclarar que esta no es la única estrategia ni sería suficiente, no podríamos controlar la población solamente con el tema de la esterilización”, agregó Muhamad.
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Asimismo, el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional respaldó la decisión sobre la esterilización quirúrgica, ya que es una de las medidas avaladas en el plan de manejo del control de la reproducción de la especie.
No obstante, sigue siendo un tema debatible, ya que hay quienes proponen una caza controlada para ir eliminando el número de hipopótamos que habitan en el país, y otro, de organizaciones defensoras de los animales que plantean buscar alternativas integrales que los considere como seres sensibles y no solo como invasores.
Por ahora, se está llevando a cabo más investigaciones para encontrar las soluciones más efectivas y humanitarias para controlar esta población y minimizar tanto el impacto ambiental como social.
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