El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó el retiro de su principal representante diplomático en Washington, ante la decisión del mandatario estadounidense, Barack Obama, de prolongar por un año un decreto que declaró a este país una "amenaza".
No obstante, el país norteamericano no había sido notificado de la decisión diplomática.
"Ya basta de arrogancia, de dobles raseros, de prepotencia, de intrigas, a la Venezuela de Bolívar tenemos que hacerla respetar", afirmó Maduro, al anunciar que decidió regresar a Caracas a Maximilien Arvelaiz, encargado de Negocios en Estados Unidos.
Washington y Caracas carecen de embajadores desde 2010, y el gobierno venezolano había propuesto a Arvelaiz como embajador desde hacía un año y medio, sin que hubiera recibido el beneplácito del Departamento de Estado.
Maduro señaló que su decisión se produce en rechazo al anuncio de Obama, el pasado jueves, de extender por un año una orden ejecutiva que considera a Venezuela como una "amenaza inusual y extraordinaria" a la seguridad nacional y a la política exterior de Estados Unidos.
"La canciller (Delcy Rodríguez) tiene instrucciones precisas para (...) defender la patria, nuestro decoro, honor y dignidad y tomar las medidas que en su oportunidad se irán anunciado para rechazar esta agresión", indicó el presidente socialista en un acto convocado para condenar el decreto, al que asistió el propio Arvelaiz.
En un discurso en el Panteón Nacional en Caracas -donde están los restos del libertador Simón Bolívar-, el presidente venezolano criticó que Obama no hubiera otorgado el beneplácito a su representante para normalizar las relaciones.
"Una primera rectificación hubiera sido que le entregara (...) el beneplácito. ¿Por qué no lo entregan, no quieren relaciones con nosotros? Yo digo que no", afirmó el gobernante.
Maduro acusó a Obama de querer "lavarse la cara asumiendo la bandera" contra el embargo a Cuba -su principal aliado en la región- cuando en realidad -dijo- se trata de una "gran victoria de la Cuba de Fidel y Raúl Castro, de la Cuba revolucionaria".
Obama renovó el decreto sobre Venezuela aduciendo que el gobierno de Maduro continúa erosionando los derechos humanos y persiguiendo a dirigentes opositores, en un entorno de corrupción oficial.
Esa decisión coincide con un clima de gran conflictividad política en Venezuela, caldeado tras el anuncio el martes de la oposición de que buscará la salida de Maduro del poder mediante un referendo revocatorio, una enmienda constitucional que acorte su mandato, junto con movilizaciones populares para presionar su renuncia.
Maduro tilda a la oposición de "golpista" y la acusa de intentar sacarlo del poder con la ayuda de Estados Unidos.
Updated: marzo 10, 2016 11:05 a. m.