El presidente de EE.UU., Barack Obama, bromeó este lunes con que ha decidido copiar el flequillo de su esposa Michelle para mejorar su imagen en su segundo mandato, en un discurso tradicionalmente sarcástico al que este año imprimió un toque solemne al recordar el ataque en la maratón de Boston.
El discurso de Obama en la cena anual de corresponsales de la Casa Blanca tuvo como colofón un vídeo en el que el director de cine Steven Spielberg aseguraba que, tras rodar su éxito "Lincoln", había decidido producir una nueva película sobre Obama, y seleccionaría de nuevo al oscarizado actor Daniel Day Lewis como protagonista, dada su capacidad para "meterse en el personaje".
La cámara muestra entonces al propio Obama, que se presenta como Day Lewis, en una entrevista en la que asegura que ha sido difícil adaptarse al acento del presidente y someterse a horas de maquillaje para imitar sus orejas.
"No sé cómo lo hace para no estar enfadado todo el rato. Si yo fuera él, lo estaría. Pero no se me permite. Soy Daniel Day Lewis", indica Obama en el vídeo.
El mandatario confesó, además, que, en su quinto año en el poder, nota cómo "pasa el tiempo" y tiene "cada vez más canas".
"Me miro en el espejo y tengo que admitir: no soy el arrebatador joven musulmán socialista que solía ser", señaló en referencia a los rumores que circularon a su llegada a la Casa Blanca de que profesaba la fe musulmana en secreto.
Para mejorar su imagen, agregó, ha "tomado prestado un truco de Michelle".
La cámara mostró entonces varias fotografías en las que él llevaba un flequillo idéntico al de su esposa, que le escuchaba sonriente desde la mesa, vestida con un traje largo negro con escote de encaje y pedrería de la diseñadora Monique Lhuillier.
Pese a la experiencia, Obama admitió que aún comete "errores de novato" y le sorprenden muchas noticias, como la reciente "controversia sobre el viaje de Jay-Z" y su esposa Beyoncé a Cuba, y los rumores sobre si fue autorizado o no por la Casa Blanca.
"Es increíble. ¿Tengo 99 problemas y ese tal Jay-Z es uno?", dijo.
Tres días después de visitar Dallas (Texas) para la inauguración de la Biblioteca Presidencial George W. Bush, donde alabó los puntos fuertes de la gestión de su predecesor, Obama no dudó en volver a las críticas.
Tras asegurar que ya está pensando en crear su propia biblioteca presidencial, mostró una foto en la que el edificio en su honor aparecía al lado del dedicado al legado de Bush, con un cartel señalándolo que reza "Culpa suya".
Indicó además que le gustaría edificar la biblioteca en el lugar donde nació, pero ha decidido que es "mejor hacerlo en Estados Unidos", en alusión a los críticos que sostienen que no nació en territorio norteamericano.
Recordó sus intentos de acercarse a los republicanos, y les aconsejó que, ahora que han reconocido que tienen un problema con las minorías, le tomen a él, en calidad de afroamericano, "como un ensayo" para el resto de la población, y le hagan más caso.
"Hace unos días me llevé a los senadores republicanos de cena. No fue fácil. Propuse un brindis y (la idea) no pasó del (debate en el) comité", bromeó.
Fue también muy ácido con los medios de comunicación, especialmente con la cadena CNN, que sufrió un revés durante su cobertura de los ataques de Boston al informar erróneamente del arresto de un sospechoso.
"Admiro el compromiso de CNN de cubrir todos los lados de la noticia, por si acaso resulta que uno de ellos es preciso", apuntó.
Al final del discurso, el mandatario cambió el tono para recordar los "días duros" que están pasando muchas familias en Boston y en West (Texas), donde una explosión en una planta de fertilizantes dejó 14 muertos y más de 200 heridos el pasado 18 de abril.
Pidió a funcionarios, periodistas y al resto de estadounidenses que aprendan de los equipos de rescate en esos dos sucesos para "hacer mejor sus trabajos, apuntar más alto" en nombre de todos los que perdieron la vida la semana pasada.
Un desfile de estrellas de Hollywood asistió a la cena de gala de hoy, entre ellas Spielberg, Day Lewis, Bradley Cooper, Scarlett Johannson, Barbra Streisand, Kevin Spacey o Claire Danes, además del humorista Conan O'Brien, que ofreció el discurso final.
O'Brien disparó dardos a cada uno de los medios de comunicación presentes y no olvidó las tensiones con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. "En el pasado teníamos enemigos que daban miedo: Hitler, Stalin... Ahora, nuestro gran enemigo es un adolescente que se viste como Rosie O'Donnell en los Emmy", lamentó.