Organizaciones de derechos humanos denuncian que, pese al estado de salud de la joven, no se le ha concedido el beneficio de prisión domiciliaria.
Sahar Tabar, cuyo nombre real es Fatemeh Khishvand y quiense hizo famosa en 2017 tras haberse sometido a un centenar de cirugías estéticas para parecerse físicamente a Angelina Jolie, fue arrestada en 2019 señalada de incitar a la violencia, inducir a los jóvenes a la corrupción, incumplir el código de vestimenta nacional, cometer blasfemia y obtener ingresos por medios inadecuados.
Abogados de la joven de 22 años afirman que, en medio de la pandemia del coronavirus que tiene en alerta al mundo, Irán liberó a miles de prisioneros para evitar el brote dentro de las cárceles, pero un juez negó dejar libre a Sahar bajo fianza.
Ahora, la influencer se encuentra contagiada de COVID-19 y medios internacionales dicen que tuvo que ser traslada a un centro médico y está conectada a un ventilador.
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El abogado de derechos humanos Payam Derafshan le aseguró al diario británico The Sun que "es inaceptable que esta joven mujer haya contraído el coronavirus en estas circunstancias mientras su orden de detención se ha extendido durante todo este tiempo en la cárcel".
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