Stetson, de 5 meses, es hijo de una pareja de lesbianas. Una donó el óvulo y cargó el embrión por cinco días y la otra lo llevó durante el resto del embarazo.
Ashleigh y Bliss Coulter soñaban con que llegara el momento el de ser madres y funcionó tras someterse a un tratamiento llamado fertilización in vitro recíproca sin esfuerzo, el cual realizaron en Texas.
Un óvulo de Bliss fue fecundado en un laboratorio con esperma de un donante anónimo y luego implantado en su útero dentro de un dispositivo plástico. Esto permitió que se desarrollara como en una incubadora durante cinco días. Después sacaron el embrión y lo implantaron en el útero de Ashleigh durante los restantes nueve meses de embarazo.
El concepto de usar el útero de una mujer como incubadora ya había sido realizado exitosamente con parejas heterosexuales.
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“Representa la primera vez que dos mujeres, juntas, han cargado físicamente a su hijo”, dice Kathy Doody, experta en fertilidad.
Las dos madres llevan seis años felizmente casadas.
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