Inventor condenado por asesinato de periodista en un submarino confiesa que muerte no fue accidental

El inventor danés Peter Madsen, condenado a cadena perpetua por torturar y matar en su submarino a la periodista sueca Kim Wall, admitió por primera vez la autoría del crimen en un programa emitido este miércoles.

Madsen, de 49 años, aseguró en una entrevista telefónica que no es una persona violenta y que solo se hace daño a sí mismo, pero que Wall "pulsó algunos botones" con sus preguntas y tocó "una mina" que luego explotó y acabó matándola.

"¿Y es ahí cuando te provoca y todo sale mal definitivamente, y en vez de lastimarte acabas matándola?", le pregunta el periodista, a lo que Madsen responde: "Sí".

"Aparte del 10 de agosto de 2017, nunca le hice nada a nadie", afirmó Madsen.

El inventor no da, sin embargo, más detalles de cómo murió la periodista, pero resalta que fue culpa suya y que cometió el delito, según ‘Las grabaciones secretas con Peter Madsen’, un programa cuyo primer capítulo fue difundido por el canal Discovery.

Según informó el canal, Madsen habló más de 20 horas por teléfono con un periodista, que grabó sin su permiso las conversaciones, aunque el inventor accedió finalmente a su publicación.

La justicia declaró culpable en abril de 2018 a Madsen de agresión sexual "de carácter especialmente peligroso" y en circunstancias "agravantes", homicidio premeditado y trato indecente a cadáver, en uno de los casos más macabros en la historia de Dinamarca.

Durante el proceso, confesó que descuartizó el cuerpo de la víctima, lo puso en bolsas de plástico y lo lanzó al mar Báltico , aunque siempre dijo que la muerte fue accidental.

En contexto:

Lesiones en la vagina y en el torso

La sentencia consideró probado que Madsen lesionó a Wall, a quien había dado una entrevista, en la vagina y el torso con instrumental como destornilladores afilados de medio metro y que luego cortó y arrojó el cadáver al Báltico para ocultar pruebas.

Madsen salió a navegar el 10 de agosto de 2017 por la tarde con Wall y fue el novio de ella quien, horas después, alertó a las autoridades, que pusieron en marcha un dispositivo de emergencia que acabó al día siguiente, cuando el inventor reapareció solo en el submarino en la bahía de Køge, al sur de Copenhague.

El hombre aseguró al principio haber desembarcado a Wall la noche anterior en el puerto, pero luego habló de muerte accidental y volvió a modificar su explicación varias veces cuando los restos mutilados fueron apareciendo en el Báltico .

‘Cohete’ Madsen, como le llama la prensa danesa, se hizo muy conocido por sus diseños de submarinos y por fundar una firma con el objetivo de lanzar al espacio monoplazas tripulados y que ha hecho despegar con éxito cohetes experimentales sin personas a bordo.

Desde su entrada en prisión ha mantenido relaciones afectivas con varias supuestas admiradoras y en enero pasado se casó con una artista y activista rusa.