La noche de terror empezó cuando al bar ingresó Omar Siddique Mateen , de 29 años de edad, abriendo fuego indiscriminadamente. El ataque homofóbico dejó como saldo la muerte de cincuenta personas; otras cincuenta y tres resultaron heridas.
Al sitio llegó la Policía y dio de baja al asesino, un ciudadano de Florida y de ascendencia afgana. Aunque hubo llamada del asesino al 911 en la que declaraba su fanatismo al Estado Islámico, y pese a que ese grupo se adjudicó la masacre, el mismo padre de Omar negó que hubiera razones religiosas de por medio.