La menor había pateado a un miembro de la escuela, así que fue llevada hasta un centro de detención. Familia de la pequeña está indignada.
A Kaia Rolle le encanta el color rosado, ama cantar y jugar con sus amigos. Sin embargo, a partir de ahora cuenta con una amarga experiencia que tiene indignada a su familia y que, según especialistas, ningún niño de su edad debería experimentar.
"Ninguna niña de seis años debería estar diciendo que la esposaron y se la llevaron en el asiento trasero de una patrulla de la policía y que la llevaron al centro de detención para tomarle huellas y una foto policial”, dice Meralyn Kirkland, abuela de la niña detenida.
En el colegio de Orlando, Florida, en donde cursa primero de primaria, Kaia tuvo una rabieta y, tras ser enviada a la dirección, pateó a un miembro del personal que intentó calmarla.
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“La niñita va a tener consecuencias, claro que sí va a estar aterrada. Puede empezar a hacerse sus necesidades encima, dejar de comer, dejar de dormir. No va a querer ir a la escuela o le puede agarrar estrés postraumático”, indicó la fisioterapeuta Elizabeth Delicio.
La menor, quien sufre de apnea del sueño y al tener problemas para dormir se pone irritable, fue acusada de agresión y detenida hasta que su abuela llegó.
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El policía que detuvo a la pequeña fue suspendido y se enfrenta ahora a una investigación interna porque no siguió el protocolo adecuado a la hora de arrestar a un menor.
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