Fotos de Katie Hill desnuda con otras mujeres y un romance con un miembro de su unidad legislativa le costaron el cargo a una promesa de los demócratas.
Con buenas intenciones llegó al Congreso por primera vez Katie Hill. Con 32 años, era la primera persona abiertamente bisexual en llegar al Capitolio y formaba parte del ‘boom’ de mujeres jóvenes y progresistas que prometían dinamizar y trasformar las formas de legislar. Pero le duró solo diez meses.
Salió a la luz una presunta aventura con un miembro de su unidad legislativa, algo que el código de ética prohíbe tajantemente desde febrero de este año. Y, aún peor, se publicaron imágenes de ella desnuda con otras mujeres y la acusaron de sostener un trío con otra joven miembro de su equipo.
Hill acusa a su exmarido de haber divulgado las imágenes íntimas en medio de un tortuoso proceso de divorcio. A través de su cuenta de Twitter, el fin de semana anuncio su determinación.
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“Esto es lo más difícil que tenido que hacer en mi vida, pero creo que es lo mejor para mis electores, mi comunidad y para nuestro país”, dijo Hill.
Hill sigue bajo investigación del comité de ética, pero acaba de anunciar que emprenderá una nueva cruzada.
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“Lucharé para garantizar que nadie tenga que vivir lo que yo he experimentado. algunos lo llaman asalto electrónico o explotación digital; otros lo llaman ‘porno-revancha’. Como víctima de eso, lo llamaré ‘una de las peores cosas que le podemos hacer a nuestras hermanas o nuestras hijas’”, aseguró.
El caso abrió la pregunta de si habría tenido que renunciar si fuese un hombre. También se debate sobre porno-revancha, bifobia y lo que ahora puede considerarse violencia doméstica en la era digital.