Michael Cohen fue condenado por delitos de fraude y ha hecho confesiones que no dejan bien parado al presidente.
Michael Cohen, su antiguo abogado y solucionador de problemas, admitió que en la época de la campaña presidencial les pagó a dos mujeres para comprar su silencio sobre presuntas relaciones de estas con el mandatario en el año 2006.
Añadió que todo lo hizo siguiendo las directrices del candidato con el fin de proteger su imagen, con lo que implicó al hoy presidente en un delito federal.
Trump, a través de su cuenta de Twitter, desestimó la declaración de culpabilidad de Cohen.
Michael Cohen plead guilty to two counts of campaign finance violations that are not a crime. President Obama had a big campaign finance violation and it was easily settled!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 22, 2018
Y arremetió contra el abogado.
If anyone is looking for a good lawyer, I would strongly suggest that you don’t retain the services of Michael Cohen!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 22, 2018
Cohen aseguró que Trump instigó la violación a la ley de financiación de campaña, sin embargo la investigación continúa.
A pesar de los graves señalamientos, los senadores demócratas y republicanos coinciden en que no es momento para considerar una destitución al presidente.
“Creo que es prematuro en este punto, se necesita más información. Pero el hecho de que el abogado personal del presidente sugiera que éste le ordenó que cometiera un acto que luego lo llevó a declararse culpable en una corte federal, es una acusación seria”, señaló Dick Durbin, senador demócrata.
“Tenemos que tomar esto muy en serio. Todos debemos ser tratados de la misma manera ante la ley", indicó Orrin Hatch, senador republicano.
Este episodio influye en la investigación que se adelanta contra el presidente Trump por la presunta injerencia rusa y que lleva a cabo el fiscal especial Robert Muller.
Expertos aseguran que esto blindaría de alguna forma al fiscal, pues Trump ya no podría despedirlo sin ser acusado de obstruir a la justicia.