Antes había presenciado un lanzamiento de dos misiles. Entretanto, EE. UU. incautó un carguero norcoreano que transportaba carbón y maquinaria.
El lanzamiento de los proyectiles -identificados como misiles de corto alcance por el ejército surcoreano- , coincidió con la visita a Seúl de un enviado de Estados Unidos para intentar desbloquear las negociaciones sobre la crisis nuclear entre Washington y Pyongyang.
En Nueva York, fiscales federales anunciaron que el ‘Wise Honest’ -una mole de 17.000 toneladas, uno de los cargueros norcoreanos más pesados, según Estados Unidos- había sido incautado por violar las sanciones internacionales al exportar carbón e importar maquinaria.
En la Casa Blanca, Trump dijo que observa el lanzamiento de misiles "muy seriamente" y deploró este paso dado por Pyongyang.
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"Eran misiles más pequeños, misiles de corto alcance. Nadie está contento con eso", dijo el presidente a periodistas.
"La relación continúa. Pero veremos qué pasa. Sé que quieren negociar, hablan de negociar. Pero no pienso que estén listos para negociar", apuntó.
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En la histórica cumbre con Trump en junio de 2018 en Singapur, el líder norcoreano se comprometió a "trabajar por la desnuclearización completa de la península coreana".
Advertencia
Pero las conversaciones se trancaron tras el fracaso de un segundo encuentro entre ambos en febrero pasado en Hanói. Entonces Kim pidió infructuosamente que se levantaran las sanciones que padece su país, a cambio de iniciar una desnuclearización que el presidente estadounidense consideró demasiado tímida.
El lanzamiento del jueves se produce además días después de que Corea del Norte llevara a cabo un ejercicio militar y lanzara varios proyectiles el sábado, entre ellos un misil de corto alcance.
Corea del Norte "disparó lo que podrían ser dos misiles de corto alcance" desde Kusong, en la provincia de Pyongan del Norte, indicó este jueves el jefe del Estado mayor surcoreano en un comunicado, corrigiendo una primera afirmación de que el lanzamiento provenía de la base de misiles Sino-ri, a 75 kilómetros al noroeste de la capital.
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Agregó que los misiles, que recorrieron 270 y 420 kilómetros, son objeto de análisis por parte de militares surcoreanos y de sus aliados estadounidenses.
Era el primer lanzamiento de misiles de Pyongyang desde noviembre de 2017, poco antes de una reducción de tensiones que llevó a la cumbre histórica de Kim y Trump.
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Estos lanzamientos ocurren horas después de que el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Biegun, llegara el miércoles por la noche a Seúl para mantener conversaciones con representantes surcoreanos sobre el enfoque a adoptar en las negociaciones nucleares con Pyongyang.
Es la primera visita de Biegun a Seúl desde la cumbre presidencial de Hanói.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, dijo que Pyongyang estaba "muy molesto" porque la cumbre de Hanói terminó sin acuerdo y que su última postura tenía un "elemento de protesta" y "de presión para redirigir las conversaciones nucleares en la dirección que desea".
Pero señaló: "Cualquiera que hayan sido las intenciones de Corea del Norte, advertimos que podría hacer que las negociaciones sean más difíciles".
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"Garantías de seguridad"
Biegun se entrevistó con su homólogo surcoreano Lee Do-hoon este jueves, durante un desayuno, pero su agenda política completa no ha sido divulgada. Se sabe que el emisario estadounidense prevé entrevistarse el viernes con los ministros surcoreanos de Exteriores y de Reunificación.
Los dos países aliados -Washington tiene 28.500 efectivos militares desplegados en el Sur, para hacer frente a las eventuales amenazas de su vecino del Norte- trabajan juntos en la estrategia negociadora ante Pyongyang.
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Con el disparo de este jueves, "Corea del Norte está enviando un claro mensaje de que no se contentará con una ayuda humanitaria" procedente de Seúl, según Hong Min, investigador del estatal Instituto coreano para la unificación nacional.
Pyongyang "está diciendo: 'queremos garantías de seguridad a cambio de un proceso de desnuclearización'" agrega.
A inicios de la semana pasada, Pyongyang advirtió a Estados Unidos de un "resultado indeseable" si no ajustaba su posición para finales de año, después de tres meses de parálisis en las negociaciones sobre el programa balístico y nuclear de Corea del Norte.
Estados Unidos insiste en que las sanciones solo se levantarán después de que Corea del Norte haya eliminado completamente sus programas armamentísticos.
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En contexto:
Corea del Norte amenaza a EE. UU. con reanudar programa nuclear si se mantienen sanciones económicas