Se salvó la reforma a la justicia en la plenaria del Senado, ahora pasará a discusión en la Cámara

Son varias las modificaciones que se realizarían a la rama judicial, sin embargo, volvió a caerse la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura.

Duro de matar, no hay mejor sobrenombre que se le pueda dar al Consejo Superior de la Judicatura luego de que el Senado descartara su eliminación o reestructuración como lo propuso el proyecto de reforma de justicia. Varios gobiernos han buscado eliminar este ente señalado de varias de las falencias del sistema judicial, pero no han podido.

A pesar de la negativa en este punto, la plenaria del Senado sacó adelante la discusión sobre el proyecto y aprobó la mayoría de su articulado. Luego de pasar en segundo debate, ahora será la Cámara de Representantes la que seguirá con el análisis de la propuesta.

Entre lo aprobado en la jornada de este miércoles está la eliminación de las competencias electorales de la Corte Suprema. De ahora en adelante, el Congreso sería el encargado de elegir al auditor y al procurador.

De igual manera, se aumentó a 25 años el tiempo de experiencia necesario para ser magistrado y se prohibió que los fallos se hagan públicos a través de comunicados de prensa antes de que hayan sido suscritos y notificados por los togados.

Uno de los puntos aprobados que más celebró el Gobierno Nacional es el que garantiza el incremento del presupuesto de la rama judicial cada 4 años. “Se realizó una fórmula constitucional para que cada 4 años de acuerdo con el plan de desarrollo se aumente el presupuesto de la rama”, aseguró al salir de la sesión la ministra de Justicia, Gloria María Borrero.

Además de la eliminación del Consejo de la Judicatura, tampoco se aprobó la creación del tribunal de aforados, aunque, en este caso, se dejó la constancia para que la Cámara reviva la discusión.

Ante esta decisión, la senadora del Centro Democrático Paloma Valencia tuvo duras críticas contra el gobierno de Iván Duque: “Es muy grave que en este país el cartel de la toga y los escándalos de los altos dignatarios, llamados aforados, no termine nunca en nada. Es muy triste que un gobierno, que yo ayudé a elegir, no nos ayude a convocar unas mayorías para solucionar un problema de fondo”.