Aunque la travesía aún no acaba, Mónica volvió a mover el cuello. “Se ve un brillo distinto en sus ojos”, dice su ángel protector.
Cuando partió en febrero hacia Estados Unidos, la niña era incapaz de moverlo. Las lesiones que le dejó la quemadura accidental no se lo permitían.
Mónica Alexandra Cubillos y su papá viajaron a Cincinnati al Shriners Hospitals for Children con la ilusión de poder recuperar la movilidad.
Adriana Liévano, directora de la fundación Inti, logró que la pequeña de muy escasos recursos fuera tratada en uno de los mejores centros de atención de quemaduras de los Estados Unidos.
"Pa’ que la experiencia fue buena... Y que... Muy chévere el hospital y todo y la cirugía, pues me fue muy bien gracias a Dios", comentó alegremente Mónica.
La alianza entre la Fundación Inti y el hospital garantiza el tratamiento de la niña hasta que esté totalmente curada.
Quienes han tratado a Mónica tienen claro que atrás está quedando el dolor que tuvo a la niña, semiparalizada durante años por cuenta de las quemaduras.
"Mónica es ahora un poco más sociable, más despierta, habla más, se le ve un brillo distinto en sus ojos”, cuenta la gestora de esta buena obra.
Updated: mayo 10, 2017 10:09 a. m.