Bien utilizadas, las caretas son una opción para proteger la cara y en especial los ojos, una puerta de entrada al coronavirus , pues evitarían que las personas se los estén tocando. Además, son reutilizables.
Sin embargo, estas no reemplazan el tapabocas, que siempre debe ponerse correctamente.
Una vez puestas hay que evitar tocarlas y deben limpiarse y desinfectarse después de cada uso y, por supuesto, deben complementarse con las demás medidas como distancia física y lavado de manos.
El infectólogo y epidemiólogo Carlos Álvarez recomienda que las caretas sean usadas “cuando una persona tiene que atender público y está frente a frente y probablemente a una distancia muy corta; es probable que esta careta lo esté protegiendo de que caigan gotitas cuando alguien le esté hablando o estornudando”.
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Jaime Castellanos, director del Instituto de Virología de la Universidad del Bosque, también sugiere que las utilicen “niños porque no se dejan el tapabocas, lo botan o les molesta en sus actividades de juego”.
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