Es un alimento esencial durante los primeros seis meses de vida. Los beneficios no solo son médicos sino también sicológicos.
La leche materna favorece el desarrollo cognitivo y sensorial. Además, protege de enfermedades infecciosas y crónicas, por lo tanto, reduce el riesgo de mortalidad infantil.
Los adultos que fueron amamantados de pequeños suelen tener una tensión arterial más baja, menores índices de colesterol y presentan menores tasas de sobrepeso, obesidad y diabetes.
Las mujeres que lactan tienen menos riesgo de desarrollar cáncer mamario y de ovarios.
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