En el mototaxismo y en camionetas piratas encontraron el sustento. Dicen que estarían dispuestos a dejar el oficio si consiguieran un trabajo estable.
Yeison Montagú, uno de los conductores que se dedica a este oficio, cuenta que en Barranquilla “un fin de semana a las ocho, nueve de la noche, usted no encuentra transporte de bus, y en la mañana esos buses no dan abasto para transportar la gente y la gente se siente obligada a utilizarnos a nosotros”.
Se calcula que tan solo en la avenida Circunvalar unas 300 camionetas prestan servicio de transporte informal todos los días, entre las cinco de la mañana y las once de la noche.
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