Los kits se entregarán en puesto móvil ubicado en los barrios Sucre y Santa Elena. Según la Administración Municipal, con esta iniciativa no se pretende promover el consumo de sustancias psicoactivas, sino evitar el uso compartido de jeringas y salvar vidas al prevenir enfermedades. Además se busca brindar ayuda con programas de desintoxicación a los adictos.
"Podemos ir desde un VIH, hepatitis B, hepatitis C, que se pueden transmitir entre ellos y a su círculo familiar por otras vías", dijo Alexander Durán, secretario de Salud de Cali.
Este kit contiene una jeringa, agua, una cazoleta para preparar la heroína, toallas con alcohol, algodón y una cura, pero también información sobre la droga, qué hacer en un caso de sobredosis, qué es la heroína y cuáles son sus efectos.
Por su parte, un hombre exadicto, opina que es una copia de programas europeos y considera que no es la solución a esta problemática. "No solamente hacer un proceso de limpieza física, sino que pudieran hacer un proceso de desintoxicación", expresó.
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El padre Jesús Darío González, director del Observatorio de realidades sociales de la Arquidiócesis de Cali, afirmó que la propuesta requiere de unas condiciones específicas para ser exitosa.
"Que esté en una línea en la cual haya prevención, tratamientos alternativos y que la familia caleña sienta que tiene un recurso para disminuir este tipo de flagelos que afectan la vida social", indicó el religioso.
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De acuerdo con un censo del Gobierno local, en la capital del Valle hay identificadas 60 personas, quienes al momento de recibir el kit deberán dar sus jeringas viejas. Este se entregará a partir del 12 de enero.