Cuatro casos por hora, aproximadamente, recibe el equipo Bell 407 a bordo de un helicóptero que desde diciembre pasado sobrevuela la capital. El destacamento lo integran dos pilotos, un técnico y un operador, quienes cumplen con un trabajo de vigilancia inspirado en el que realizan los policías de ciudades como Los Ángeles y Nueva York en Estados Unidos.
“Hemos sido más oportunos cuando un ciudadano llama a pedir una cuadrante. Es una percepción de seguridad muy amplia. Cuando llega la patrulla podemos apoyarlos con datos, con información de posibles rutas de escape", declara el mayor Óscar Tovar, piloto de aviación policial.
Sin embargo, de todas las llamadas que se reciben cerca de 100 son falsas alarmas. No obstante, la velocidad en su reacción es la clave para la efectividad de sus operaciones.