En promedio a diario se rompen entre 20 y 30 rines y llantas de vehículos y motos. Los carros varados son el pan de cada día.
En sus 13 años como transportador, Juan Carlos Novoa nunca había pasado una noche de velitas amarga, terminó varado con su camión, debido a un enorme hueco que le daño la suspensión.
“Ya llevo dos noches aquí gracias a ese inmenso hueco, se me rompió el eje trasero del carro, yo llevo siete toneladas de peso, gracias a eso pues ya llevo dos noches aquí esperando repuestos”, contó el transportador afectado.
Ever Mejía quien vive a un costado de la vía, aseguró que él y sus vecinos, desde que la autopista se empezó a deteriorar, no han podido dormir una noche en paz.
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“La preocupación de nosotros, es que se venga un carro, se le estalle una llanta delantera a un carro grande, pierde el control entonces se viene aquí a estas casas”, manifestó Mejía.
Luis Alberto Salazar guarda en su negocio los recuerdos de los rines destrozados que dejan los usuarios de la vía.
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“Aumentó mucho el trabajo, sobre todo los particulares, las motos, a diario caen 20, 30, rines partidos”, señaló el propietario del montallantas.
Pero la mayor sorpresa se la llevan los turistas, quienes pagan los platos rotos del abandono en que se mantiene la autopista.
“Lo malo es que siguen y siguen cobrando peajes y no le invierten a las vías”, expresó.
Son aproximadamente 100 kilómetros de esta importante vía los que se encuentran en total abandono.
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