“Hay mucho niño descalzo aguantando frío”, afirmó Edwin Arévalo, habitante del barrio Juan Pablo II y quién pidió ayuda de vecinos para brindarles, por lo menos, una bebida caliente a estos indígenas de las etnias katío y chamí.
Uno de los líderes de estas comunidades aseguró que son 139 familias, alrededor de 400 personas -la mitad de ellas niños-, las que necesitan ayuda.
“Estamos pidiendo al Gobierno nos garantice una casa colectivamente para estar bien bajo techo”, dijo.
“No es justo que tengamos estas familias botadas”, agregó Edwin al hacer un llamado al Distrito para que atienda a estos indígenas.