En los últimos tres años, más de 50 aves han sido hurtadas del importante santuario ubicado en la isla de Barú.
De acuerdo con el director científico del aviario, Andrés Merizalde, un grupo de jóvenes que su ubica en la entrada de Playa Blanca y de la reserva sería responsable de las más recientes desapariciones.
Asimismo, las iguanas, otro atractivo del santuario, son perseguidas por cazadores y traficantes de animales prohibidos.
“Si ven una iguana, no pierden la oportunidad de decir esa iguana tiene huevos, saquémosle los huevos y los vendemos. Es muy cruel porque capturan la iguana, le abren el estómago y le sacan los huevos mientras está viva”, afirmó Merizalde.
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Los turistas, por su parte, repudian el hecho, mientras que la Policía intensifica controles para evitar la comercialización de fauna silvestre.
Recientemente, las autoridades en Bolívar han logrado la incautación de 362 tortugas hicoteas, 14 iguanas y 384 huevos de iguana.
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El Aviario Nacional de Colombia continuará prestando los servicios de manera regular a pesar de las lamentables perdidas.
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