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¿Nueva letra de 'Arroz Con Leche'? Así desafía estereotipos un profesor en La Calera

Con música que promueve la igualdad y el empoderamiento, el Profe Miel inspira a sus estudiantes a desafiar estereotipos, mientras sus enseñanzas trascienden fronteras y resuenan en otros países.

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En un colegio rural de La Calera, Bogotá, la música se ha convertido en una herramienta poderosa para enseñar sin estigmas. El Liceo Campestre San Rafael es el escenario donde Igonel Madriz, conocido como el Profe Miel, ha revolucionado las clases con letras que desafían los estereotipos.

“Valiente sí, sumisa no, feliz, alegre y fuerte te quiero yo”, canta un niño, mientras otro resuena con “yo soy la princesa que puede luchar”. Estas nuevas versiones de canciones infantiles están resonando en el corazón de los estudiantes, quienes ahora ven reflejados sus sueños y emociones en la música.

Lo que dicen los estudiantes


Luciana Páez, estudiante del liceo, destaca el cambio: “La antigua decía que ahí se querían casar, en cambio la nueva dice que las niñas pueden jugar fútbol y los hombres también pueden cocinar”. Este enfoque inclusivo no solo busca entretenimiento, sino también empoderar a los niños.

El Profe Miel ha encontrado en la música una forma de conectar con sus alumnos, como él mismo dice: “Recordé un niño que me decía que los niños no lloran. Si decimos eso desde pequeños, no gestionamos nuestras emociones”. Sus enseñanzas van más allá de las letras, tocando temas de historia y geografía, y transformando las aulas en espacios creativos.

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Las clases del Profe Miel han hecho eco en todo el país y más allá de sus fronteras. “Al principio, todo comenzó por la pandemia, cuando me tocó dar clases en casa. Ahora recibo comentarios de profesores de Argentina, Perú, Chile y Venezuela”, comparte con orgullo.

Venezuela, su país natal, es uno de los lugares donde más se reconoce su trabajo. A pesar de la distancia y la nostalgia de no ver a su familia en siete años, el Profe Miel sigue adelante, utilizando su talento para sembrar ilusión en las futuras generaciones. “Con mi sueldo no podía hacer un mercado. Necesito apoyar a mi casa, siempre recordaré a mi mamá con cariño”, dice con emoción.

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Mientras sueña con el día en que pueda regresar y abrazar a su familia, el Profe Miel continúa tocando corazones con su guitarra, demostrando que la educación puede ser un puente para la transformación y la inclusión.

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