Delincuentes, según autoridades, buscaban robar a quienes tuvieron que orillarse para despinchar no una, sino dos llantas. No lograron salirse con la suya.
Los objetos afilados fueron regados a lo largo de la carrera 30 con calle 80, sentido norte-sur.
Uno tras otro se fueron parqueando los 20 carros afectados por esta trampa que pudo haber sido mortal si los conductores hubieran manejado a alta velocidad.
Los ladrones, señalaron víctimas, no pudieron acercárseles porque los afectados hicieron un grupo para ayudarse entre sí y, además, autoridades llegaron y los acompañaron mientras superaban la emergencia.
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