Esto es lo que indica la Superintendencia de Servicios Públicos:
1. Establecer si son perceptibles o imperceptibles. Si son imperceptibles, la empresa de acueducto debe colaborarle para detectar el sitio y la causa de las mismas.
2. Una vez detectadas las fugas, el usuario tiene dos meses para efectuar las reparaciones necesarias.
3. Durante esos dos meses, la empresa prestadora deberá cobrarle el consumo promedio de los últimos seis meses. Luego sí le facturará según la lectura en el medidor.
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4. Por último, si se trata de fugas perceptibles, toda la responsabilidad es del usuario y por ello la empresa facturará el consumo registrado por el medidor.