Los juzgados están llenos de procesos de personas que no quieren pagar las obligaciones económicas contraídas.
Hay diferentes tipos de garantías. Unas son llamadas personales, donde están incluidos el cheque, la letra y el pagaré. Hay que tener cuidado con estos documentos, por si la deuda no es pagada y toca ejecutar la garantía.
Para comenzar, el cheque tiene 6 meses de prescripción. Después de esa fecha el tenedor ya no podría iniciar esa acción.
La letra y el pagaré son más efectivos como garantía, pero de llegarse a un proceso ejecutivo también tienen sus desventajas.
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“Por exceso de trabajo de jueces, se pueden demorar meses o hasta años”, explica Óscar Alberto Rivera, docente de la U. Libre.
Además, aunque es costumbre y es legal firmar pagarés en blanco, eso se puede prestar para problemas futuros.
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“Un acreedor de mala fe puede poner cifras exorbitantes, o adelantar el pago a fecha anterior”, explica el abogado Rivera.
Por eso la recomendación es que siempre en esos documentos se llenen espacios como el nombre y cédula del deudor, nombre y cédula del acreedor, fechas en que se debe pagar la deuda, los montos de la deuda y fecha de cada cuota, si las hay.
“Esa obligación se puede fraccionar por cuotas, pero en incumplimiento de una sola cuota, se puede acceder al pago total de obligación”, agrega el experto.
La ventaja de estos títulos de garantía es que se pueden vender o endosar a otra persona.
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Pero hay otra clase de garantías. Por ejemplo, la hipoteca de un inmueble como casa o apartamento a nombre del acreedor y las prendas, que es dejar como garantía un bien físico, bien sea el carro, un electrodoméstico, una maquinaria, etc.
“Y no importa, posteriormente el mismo deudor puede vender el inmueble pero el bien sigue gravado con la hipoteca, luego el acreedor la perseguirá no importa quien tenga el bien en su poder”, señala el abogado.
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Como puede verse, la hipoteca y las prendas de garantía son más efectivas, más sólidas y más fáciles de ejecutar en caso de incumplimiento de la deuda.
Por eso, son las más recomendables a la hora de prestar dinero.