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El pintor y escultor Fernando Botero nació hace 89 años en el barrio Boston de Medellín y, entre su amor por los toros y obsesión por el arte, se convirtió en el artista vivo nacido en América Latina más cotizado actualmente en el mundo.
Sus inicios en los años 50, sus primeros premios del salón nacional de artistas, sus exposiciones en Nueva York, Barcelona y París ya hacen parte de la historia que hoy lo convierte en un icono del arte y la escultura de Colombia.
Al maestro Fernando Botero no solo hay que felicitarlo por sus 89 años, hay que darle las gracias por las obras que ha dado como regalo y que hoy están en el Museo de Antioquia y la Plaza Botero de Medellín; en su gran colección privada, que entregó al Museo Nacional; en sus esculturas, que todos disfrutan en Cartagena, y porque ha llevado el nombre del país por las más grandes galerías y espacios de arte del mundo.
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Sus obras están hoy en 27 países, en espacios de Berlín, Londres, Tokio, Singapur, Dubái, Estados Unidos, Milán, Barcelona, Moscú, México, Argentina.
Desde sus lugares de trabajo, ya sea en Pietrasanta, Italia, Barcelona, Colombia o México, siempre ha estado conectado con la realidad social y política de nuestro país, que ha reflejado en un gran número de obras.
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Son 74 años de trabajo con disciplina y dedicación al arte, la pintura, el dibujo y la escultura.
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