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Mafalda convirtió a Quino en príncipe

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El acta, a la que ha dado lectura el presidente del tribunal y director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, recuerda que el dibujante argentino alcanzó fama internacional con la creación del universo de Mafalda, "una niña que percibe la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles".
Para los miembros del jurado, esta niña es "inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible", sueña con un mundo "más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos" y los "lúcidos mensajes" que Quino transmite a través de su personaje siguen "vigentes" 50 años después de su nacimiento.
Asimismo, incide en que su obra conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a numerosos idiomas, "lo que revela su dimensión universal", y sus personajes "trascienden cualquier geografía, edad y condición social".
Al galardón optaban 20 candidaturas entre las que figuraban también las de los periodistas Jacobo Zabludovsk y Caddy Adzuba, el filósofo Emilio Lledó y el biólogo español Francisco José Ayala.
El galardón de Comunicación y Humanidades ha sido concedido, entre otros, a la fotógrafa Annie Leibovitz, The Royal Society, los diarios El País, El Espectador y El Tiempo, el periodista español Luis María Ansón, la Agencia Efe, CNN y el escritor Umberto Eco.
El premio está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, así como por 50.000 euros en metálico, un diploma y una insignia.
En esta XXXIV edición de los galardones que llevan el título del Heredero de la Corona española se han fallado ya los premios de Artes, que fue otorgado al arquitecto estadounidense Frank Gehry, y el de Ciencias Sociales, que recayó la semana pasada en el hispanista francés Joseph Pérez.
¿Quién es Mafalda?
Mafalda, la pequeña niña concienzuda y rebelde, preocupada por la paz en el mundo, la amante de los Beatles, que detesta la sopa y trata asuntos del alma, ha llevado a su creador, Quino, a convertirse en Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Y es que Joaquín Salvador Lavado, Quino, a pesar de haber creado otros muchos personajes y haber pergeñado otras historias desde que publicó su primera tira en el semanario "Esto es" en 1954, pasará a la historia por haber dado vida a esta niña de melena negra y flequillo corto, un icono universal, que nació en 1963 para quedarse a vivir en el porteño barrio de san Telmo.
Mafalda, la filósofa y sabia, amiga de Susanita, Manolito, Miguelito y Felipe, nació por encargo, cuando una compañía de electrodomésticos le encargó a Quino una publicidad con un personaje que comenzará con "M", la inicial de Mansfield, aunque este proyecto nunca llegó a llevarse a cabo porque la firma fracasó.
Y así, afortunadamente, esta rebelde comenzó a hacer preguntas incómodas y adultas desde que salió por primera vez en el semanario Primera Plana en 1964 y por última vez en 1973 cuando Quino dejó de crear mafalditas en la revista Siete Días, aunque de vez en cuando vuelve a dar vida a la pequeña, como por su cumpleaños 50. Además sus historias no paran de reeditarse, se multiplican y se traducen a más de 30 idiomas.
Porque Mafalda es a las letras hispanas lo que podría ser Carlitos, Snoopy y los Peanuts, creados por Charles M. Schulz a Estados Unidos: ambos chicos radiografían muy bien la idiosincrasia de sus países, sus luces y sombras, con un discurso adulto y crítico.
"¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!", dice una Mafalda en una de sus miles de viñetas, o "lo malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre", añade mientras también lee la definición de democracia como "Gobierno en el que el pueblo ejerce la soberanía" y se parte de risa.
Viñetas, bocadillos que expresan el pensamiento de Quino y que relevan la preocupación del dibujante por los Derechos Humanos, la justicia o la igualdad, y que envuelven con su humor irónico y negro.
Algo que heredó, según dice él mismo, del carácter trágico y el humor negro de Andalucía, tierra de donde procedían los padres de este dibujante universal nacido en Mendoza, Argentina, en 1932.
Creador multipremiado, el argentino es uno de los grandes artistas que hacen editoriales, que crean opinión; uno de los grandes cuentistas, muy crítico con la realidad a través de sus personajes, muchos de ellos amorosos pero también capaces de despertar la sonrisa más amarga.
"Dibujo para que el mundo vaya para el lado de los buenos, el de los Beatles, el de John Lennon...", ha dicho en muchas ocasiones este dibujante que después de Mafalda no ha tenido un personaje fijo.
Desentrañar el lado trágico de la vida desde el humor es la labor del padre de Mafalda, quien al igual que la pequeña vestida con su traje de lunares y su lazo rojo en el pelo, tiene claro que los males del mundo son "la ambición de poder y el dinero".

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