Sobre la escena en la que la madre castiga con violencia a su hija, Kristina Lilley señaló: “para uno como actor es muy fuerte. Natasha siempre estuvo protegida, el látigo era de foamy, pero para los actores tuvo una carga muy fuerte”.
También reveló que al personaje de Pasión de Gavilanes toda la vida le gustó Fernando y por eso obligó a su hija a casarse.
“Para Gabriela, Fernando es como un oasis en el desierto. Ella dice: ‘al fin alguien me desea y me ama, no soy tan mala’”.
También cuenta que Gabriela Elizondo pagará muy caro todos sus errores.
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