Javier Giraldo Neira
fue, sin lugar a dudas, uno de los pilares del periodismo deportivo en Colombia. Durante sus años dentro del medio fue maestro de figuras como Javier Hernández Bonnet, Carlos Antonio Vélez y Mario Cesar Otálvaro, sin embargo, su trabajo también lo puso en el radar de peligrosos grupos al margen de la ley.
En los años 80, Javier Giraldo Neira se atrevió a usar su posición de poder dentro de la industria para hablar de la peligrosa relación que se estaba llevando entre el fútbol y el narcotráfico en el país, algo que era un secreto a voces que muchos sabían, pero del cual no hablaban.
"A la mayoría de periodistas que hablábamos de frente contra el narcotráfico y los equipos, que eran manejados por el narcotráfico, nos amenazaron. Javier Giraldo Neira empezó a hacer denuncias en los estadios de que el América era del Cartel de Cali y que Atlético Nacional tenía relación con algún cartel de Medellín", explicó el también periodista deportivo César Augusto Londoño.
Liliana Serna, viuda de Javier Giraldo Neira, recordó que un día llegó temprano a su casa, algo que era extraño, pues era un adicto al trabajo, Tras interrogarlo se dio cuenta de que en realidad había sido amenazado, por lo cual a partir de ese momento tendrían un equipo de seguridad que velaría por ellos.
Germán Mejía Gallo, compañero del manizaleño, recordó que en una ocasión Javier Giraldo Neira contó que un sicario le perdonó la vida porque sus narraciones en radio lo habían entretenido durante los años que había estado preso.
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Fueron años difíciles para él y su familia, pero esto no lo detuvo de seguir hablando sin tapujos de las problemáticas que permeaban el campo deportivo nacional.
"Aprovechando que él tenía muy buenas relaciones con la gente de El Tiempo, la familia Santos, la noticia era bomba y la publicaron en primera página: 'Amenazado de muerte Javier Giraldo Neira'. La noticia caló hondo, estremeció al país, entonces los que estaban por borrarlo del mapa parece que echaron pie atrás", aseveró el narrador deportivo Rubén Darío Arcila.