Óscar Guerrero, director del Israel Premier Tech, aseguró que "en ningún momento el equipo se ha planteado el abandono en la Vuelta" a consecuencia de las protestas de activistas en contra de la intervención militar de Israel en Gaza, si bien, afirma, que han "pasado momentos complicados" y que no es agradable "que te insulten y te llamen asesino".
"La situación no es fácil para los ciclistas. A veces no se sienten seguros sobre la bicicleta, hay cierta tensión; ayer se produjo una caída en Lumbier. Intento hacer ver a los corredores que hay protestas, pero que también hay gente que les apoya", dijo Guerrero antes de la salida de la undécima etapa de la Vuelta en Bilbao.
El técnico navarro señaló que se mensaje a los corredores "es que hagan la etapa, que la acaben" y solo espero que, aunque haya protestas, "no se produzcan agresiones físicas ni verbales".
Tras reconocer y valorar la protección de parte de las diversas policías y de la organización de la Vuelta, Guerrero aceptó "algún momento de miedo", sobre todo en la contrarreloj por equipos de Figueres, "donde pudo producirse alguna caída o algún golpe serio contra algún manifestante, ya que íbamos a 65 km/hora".
Guerrero comentó que el equipo israelí ya está acostumbrado a la protección policial en varias carreras, "pero nunca un corredor ha manifestado su voluntad de marcharse de la carrera".
El técnico navarro comentó su experiencia personal en la jornada del martes, cuando en su tierra recibió insultos por parte de algunos espectadores.
"Llevo 35 años de director y ayer recibí insultos de la gente. Que te llamen asesino o hijo de puta no es agradable, es algo que te duele", concluyó.